martes, 3 de enero de 2012

Nueva Guia para la Investigación Científica

TRABAJO: NUEVA GUIA PARA LA INVESTIGACION CIENTIICA
*** EXPOSICIÓN***

AUTOR: HEINZ DIETERICH

NOMBRE: POLET MONSERRAT CABRERA DIAZ

FECHA: 1 DE NOVIEMBRE DE 2007

UAM-X, TID, GRUPO: TI09D


NUEVA GUIA PARA LA INVESTIGACION CIENTIFICA

Existen cinco pasos para el método científico:

1.- Planteamiento del problema
2.- Composición del marco teórico
3.- Formulación de la hipótesis
4.- Contrastacion de la hipótesis
5.- Conclusiones y resultados


1.-*PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA*

El planteamiento del problema es la delimitación clara y precisa, del objeto de investigación, realizada por medios de preguntas, lecturas, trabajo manual, encuestas piloto, entrevistas, etc.
También es importante mencionar la diferencia entre, *tema de investigación* y *objeto de investigación*. El tema de investigación es un interés de saber de una o varias personas, que se expresa en una frase o formulación. Ejemplo: contaminación en México. El objeto de investigación es un fenómeno real, objetivo y comprobable. Es decir el objeto de investigación es un fenómeno real y el tema de investigación es el enunciado sobre el fenómeno real.

El planteamiento del problema se divide en cinco pasos:

Delimitación en el espacio físico-geográfico

Se tiene que delimitar el objeto de investigación de acuerdo a las posibilidades, es decir, un ejemplo: en el tema del aborto, es muy general, se tendría que investigar de país en país ya que es muy diferente en aspectos culturales, legales, medicinales. Entonces se tendría que delimitar el objeto de investigación en su dimensión de espacio hasta que se vuelva accesible, * El problema del aborto en el hospital x de la Ciudad de México*





Delimitación del tiempo

El investigador tendrá que delimitar su tema/objeto de investigación conforme a la fase temporal que le interese mas para su análisis.

Delimitación semántica

Aclara los significados de los términos como palabras, conceptos, categorías, símbolos usados en el tema de investigación. Este análisis se lleva a cabo en tres pasos:

- Primer Paso:
Se enumeran los conceptos del tema de investigación por su grado de complejidad, empezando por los más sencillos y terminando con los difíciles.


La contaminación de aire en la Ciudad de México en el año de 1991

4 3 2 1

- Segundo paso:
Consiste en consultar varias enciclopedias para entender el significado de cada uno de los conceptos.
- Tercer paso:
Consiste en la selección definitiva de los conceptos.

Oraciones tópicas

Es un concepto sobre el tema de investigación que expresa en forma breve cual es la intención del conocimiento científico del investigador respecto al objeto de investigación. Es decir, especificar mas el tema en enunciados donde tengamos varios intereses de conocimiento particulares: se recomienda que en cada enunciado se ponga al principio – el tema de investigación es, conocer/ saber…–

Delimitación de recursos

Consiste en un inventario de los recursos disponibles para el trabajo a realizar. Este recurso abarca la cantidad de personas que participen en la investigación, y por otra parte su calidad en cuanto a conocimientos, habilidades, disposición y disciplina pertinente para el trabajo.





2.-*MARCO TEÓRICO.*

Definición: El marco teórico es el resultado de la selección de teorías, conceptos y conocimientos científicos, métodos y procedimientos, que el investigador requiere para describir y explicar objetivamente el objeto de investigación en su estado histórico, actual o futuro.

Selección de teorías.

Es cuando se reduce el campo de investigación alo relacionado con el objeto de investigación.
Esta relimitación se sobrepone a las delimitaciones de la ciencia para saber a que ciencias se recurrirá en la investigación.





















Los conceptos y conocimientos.

Científicos estos suelen ser el lenguaje que se usa en algunas ciencias en particular.
Hay conceptos que no tienen un significado particular estos son semánticamente vacíos, un ejemplo de ellos son las literales matemáticas que no representan un valor definido sino el que se le asigne “x”.
El uso correcto y su selección de los conceptos y los conocimientos científicos se deben aplicar en el titulo del tema ya que este es una delimitación del tema.

Selección de métodos.

Es la selección de las teorías que se usaran para observar, describir, explicar y predecir el objeto.

1) documentación sistemática.
2) observación sistemática.
3) encuesta representativa o censo.
4) experimento sistemático.

Marco teórico, marco histórico y descripción científica del objeto.

El marco histórico es la selección de información para la descripción del pasado del objeto.
El marco teórico es la descripción del objeto y su registro de manera científica cuantitativa.


Delimitado en tiempo, espacio y semántica,
El objeto de investigación


Determina

Marco Histórico Marco Teórico marco teórico predicción
Descripción Explicación explicación
Predicción







3.-*FORMULACIÓN DE LA HIPÓTESIS.*

La hipótesis se refiere a una composición condicional de forma. Si “p” entonces “q”. Donde “p” corresponde ala hipótesis y “q” a la tesis.
Ejemplo:
Si como mucho entonces engordo.
Donde comer mucho es la hipótesis y engordar la tesis.

Características de la hipótesis.

1.- el significado de los términos que la componen deben estar bien definidos.

2.-los términos generales abstractos deben ser operacionales y desglosarse de manera que sean mas específicos en su significado a su referencia empírico.

3.-no debe haber términos abstractos que no tengan significado empírico.

4.-no debe contener términos valorativos (bella, fea, etc.).

5.-de preferencia que contenga términos cuantitativos (medidas, números, etc.).

6.-no debe ser interrogante, deseo, percepción.

7.-en caso de ser hipótesis casual o de estadística debe tener solo dos variables en caso de tener mas se recomienda que se divida en el varias hipótesis.

8.-exclusión de tautologías.
Ejemplo de esto es 2+3=5 donde queda implícito en la suma el resultado.

9.-exclusión de disyuntivas debido a que le resta precisión ala hipótesis
Ejemplo: estar nublado o soleado. Donde hay dos opciones y eso le resta precisión al enunciado.

10.- estar basada en el conocimiento científico.

11.-debe ser doblemente pertinente.
a) en su referencia la fenómeno real.
b) en su apoyo técnico que la sostiene.

12.- debe de ser de aspectos de la realidad que no han sido investigados (esto no es a fuerza ya que para el investigador novato es difícil acercarse a estos temas).

13.- falibilidad esto significa que puede ser rechazada o modificada en un futuro.

Hipótesis de constatación.

Intenta mostrar la ausencia o presencia de un fenómeno o una propiedad.
● no pretende dar explicaciones.

Hipótesis de relación causal-estadística.

Trata de demostrar una relación de dependencia causal de 2 o más variables.
● Variables dependiente e independiente.
● la causa antecede al efecto.
● Red de efectos y consecuencias.

Hipótesis de relación estadística.

La única diferencia con la hipótesis de relación-estadística es que las variables dependientes e independientes pueden invertir sus lugares






4.- *CONTRASTACION DE LA HIPOTESIS*

La Contrastacion de la hipótesis es la actividad que, mediante la observación, la experimentación o la encuesta, comprueba adecuadamente, si una hipótesis es falsa o verdadera, es decir, que los datos de la Contrastacion son congruentes o incongruentes con la hipótesis y por ende, se considera a esta falsa o verídica.

Existen cuatro métodos de Contrastacion.

Contrastacion mediante observación científica

Se rige por una disposición mental de observar y registrar de la manera mas objetiva y con indicadores i parámetros antes establecidos, el comportamiento del fenómeno.
La observación científica juega un papel de gran importancia, porque es la condición principal para el registro de los datos.

Contrastacion por experimento científico

El estudioso manipula, interviene, activa y delibera el objeto de investigación para que produzca los datos que le interesen. Sin embargo, al utilizar el experimento como medio de Contrastacion de la hipótesis depende del objeto de investigación que se pretende estudiar; existen factores que pueden hacer imposible la realización del experimento: uno de ellos es el factor económico, un experimento planeado puede ser demasiado costosos para llevarse a cabo.

Contrastacion por documentación

Se realiza en dos pasos: se compara un enunciado hipotético con una fuente de información pertinente y credibilidad y, con base a esta comparación se realiza una conclusión sobre la veracidad o falsedad del enunciado. Y se tendrá que recurrir a tres o cuatro enciclopedias diferentes, buscando la misma definición y compararlas para escoger la más adecuada y objetiva.

Contrastacion por muestreo y entrevista

La función de una ENCUESTA consiste en recabar información verídica y pertinente sobre un fenómeno social, por lo general un grupo o colectiva de personas, mediante la aplicación y evaluación de un cuestionario.

El CENSO es la aplicación a todos los miembros del universo su ventaja es que es completa ya que se obtienen respuestas de todos los elementos que pertenecen a la población y la MUESTRA es la aplicación de un cuestionario a una parte seleccionada o una fracción de la población, la muestra es una encuesta representativa.

Sin embargo, al aplicar una muestra a un cierto numero de personas, no es del todo correcta, ya que no se puede generalizar, es decir, por ejemplo: se quiere aplicar una muestra a un grupo donde hay 50 alumnos; al aplicar un censo seria completamente verídico ya que se les pregunto a los 50 alumnos, pero al aplicar la muestra, se le preguntaría solo a algunos cuantos lo cual no se puede generalizar el resultado ya que no todos piensan igual. Esto quiere decir que se recomienda combinar las ventajas del censo que es información amplia y correcta con la de la muestra rapidez y bajos costos.

Existen tres tipos de muestras:

- Muestreo simple aleatorio
- Muestreo aleatorio sistemático
- Muestreo aleatorio estratificado


En el muestreo aleatorio simple se debe contar con un listado de todos los individuos o miembros del universo enumerados del 1 al N siendo N el tamaño del universo. Para seleccionar una muestra del tamaño del universo se escogen los individuos de acuerdo a una tabla de números aleatorios. Por ejemplo: si una universidad tiene 980 estudiantes y se quiere seleccionar una muestra de tamaño de 150. Entonces se debe contar con un listado de los 980 estudiantes enumerados del 1 al 980 y seleccionarlos de manera al azar o aleatorio.
La ventaja de éste es que se aplican en poblaciones pequeñas y se puede elaborar el listado de individuos.


En el muetreo aleatorio sistemático se debe contar también con un listado de los individuos enumerado del 1 al N. Al determinarse el tamaño de muestra requerido, se calcula el siguiente número: N/n. En el ejemplo anterior este numero seria 980/150=6.5 a este numero se le llama coeficiente de evaluación y quiere decir que se tome al azar un numero menor al 6, por ejemplo el 3, entonces el primer miembro seleccionado seria el numero 3 y a este numero se le suma el coeficiente de evaluación y tendríamos el segundo individuo que seria 3+6=9 y el tercero seria 9+3=15 y así sucesivamente hasta completar el tamaño de la muestra.

El muestreo aleatorio estratificado, se subdivide al universo en estratos y se reparte el tamaño de muestra según su peso en el universo total. La estratificación debe estar relacionada a las variables fundamentales del estudio un ejemplo es que la población puede estar determinada de acuerdo a sus niveles de ingreso, es decir, se quiere hacer una muestra representativa a la UAM-X pero como hay muchos alumnos en toda la universidad entonces se divide en estratos: pobres, clase media, ricos y se hace una muestra de cada estrato. La muestra de cada estrato es representativa de este estrato.

DETERMINACION DEL TAMAÑO DE LA MUESTRA

Para determinar el tamaño de la muestra siempre se considera una sola característica de los individuos de la población total. Esta característica puede ser económica o demográfica. Por ejemplo: el ingreso de las personas la escolaridad, la edad, el sexo. Siempre se escoge una característica que esta relacionada con las variables que se consideran en el estudio. Esta característica se llama fundamental del muestreo.

Los elementos de población que pueden entrar en la selección de la muestra los llamamos unidades de selección, por ejemplo, si consiste en aplicar una muestra representativa a la población joven de la delegación Venustiano Carranza, por el inmenso tamaño de este, se podrían utilizar como primera unidad de selección las manzanas de la delegación, y después de haberse realizado la selección aleatoria de estas manzanas se usarían como unidad de selección a los jóvenes mismos que habitan en dichas manzanas.

DISEÑO DE CUESTIONARIO

Se realiza en dos partes principales: la cabeza y el cuerpo. La cabeza debe llevar la identificación de las personas que son responsables de la encuesta, la fecha de la aplicación, una breve explicación sobre al temática de la encuesta, la aseveración del anonimato de los datos, el agradecimiento y el instructivo.
El cuerpo del cuestionario esta compuesto por las preguntas que dependen de las hipótesis. Ya que de cada hipótesis realizada en la investigación se deben realizar las preguntas. Ejemplo: la mayoría de las alumnas de primer ingreso a la UAM-X dependen materialmente de su familia, entonces las preguntas serian.
¿Vives con tu familia? Si contestaste si. ¿Cuál es el motivo?
¿Tu familia te apoya materialmente para tus estudios?
Si contestaste si. ¿En que forma?






5.- *CONCLUSIONES Y RESULTADOS*

Las conclusiones de una investigación se refieren a los juicios sobre la falsedad o veracidad de las hipótesis utilizadas; tales juicios se realizan con base a los datos obtenidos durante la contratación de la hipótesis. Es decir, tiene que emitir un juicio sobre la concordancia de los datos y la hipótesis en una escala del 0 al 1; cuando la concordancia es total (1) consideramos a la hipótesis verificada; cuando los datos no concuerdan (0), la hipótesis es falsa y cuando la concordancia es parcial, juzgamos que la hipótesis fue parcialmente correcta.
Los resultados representan sobre la base de las conclusiones una reflexión sobre los objetos iniciales, métodos usados, obstáculos y conclusiones a lo largo del proceso de investigación.

La Investigacion Cualitativa Etnográfica en Educación

Miguel Martínez M.

La investigación cualitativa etnográfica en educación

Manual Teórico - Práctico.



PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION:

La primera edición de este libro se realizó en forma restringida con el fin de cubrir necesidades específicas de varias instituciones universitarias venezolanas. Sin embargo, la obra trascendió rápidamente las fronteras a través de diferentes eventos internacionales y han sido muchas las solicitudes de la misma desde diversos países iberoamericanos. Debido a ello, la edición se agotó en pocos meses.
Por otra parte, la Universidad Simón Bolívar (Caracas) le otorgó el Premio Andrés Bello, como la mejor publicación en el área de las Ciencias Sociales. Todo esto ha acelerado el proceso de preparación de esta segunda edición. Son muchas las ampliaciones introducidas en la misma con el fin de fundamentar e integrar mejor las diferentes partes del proceso de investigación: las principales están relacionadas con el paradigma pospositivista, el problema de la generalización, el tratamiento del influjo sociocultural, los principios holográficos, los procesos de categorización computacional y una gran variedad de otros complementos menores que amplían, clarifican o integran áreas del proceso de investigación cualitativa.
Esperemos que, con todo esto, la obra pueda prestar un servicio más completo a aquellos profesores y alumnos que ya la están utilizando o desean usarla como texto en cursos de metodología de la investigación en las Facultades de Ciencias de la Educación, de Psicología y de Sociología.

PRESENTACION:

A muy pocos años de la entrada en el siglo XXI, muchos sectores de nuestra ciencia todavía no han entrado siquiera en el siglo XX. En efecto, ignoran, en la práctica, el contenido y las implicaciones, para todas las ciencias, de la teoría de la relatividad de Einstein, del principio de indeterminación o incertidumbre de Heisenberg, de la física cuántica de Max Planck, del principio de exclusión de Pauli y de otros aportes de los físicos, avances todos logrados a principios de este siglo. Los conceptos "absolutos" del siglo pasado sobre conocimiento, ciencia, verdad y método siguen viviendo en la mente de muchos científicos como si la revolución de la física y, por derivación, en muchas otras ciencias, nunca se hubieran dado.
Sin embargo, ahora, cuando el análisis cuantitativo con las más complejas técnicas de los grandes programas estadísticos (SAS, SPSS, BMDP, SYSTAT, etc.) llegó a una cima y deja sin resolver los más graves problemas del comportamiento humano, muchos investigadores prominentes de los círculos cuantitativos, como Cronbach, Campbell, Cook, Snow, Bronfenbrenner, etc., comienzan a explorar con interés y a promover la aplicación de los métodos cualitativos. En la última década, el uso y la aceptación de la metodología cualitativa han tenido un auge que algún autor califica, para Estados Unidos, como "meteórico" (Spindler,1988). Las razones son varias: el callejón sin salida a que condujo la orientación cuantitativa y su método, la gran desilusión que produjeron sus pobres resultados en áreas tan vitales como la educación y el desarrollo humano, y la demanda, promoción y financiamiento que los organismos oficiales y privados han brindado a los proyectos cualitativos.
De esta forma, en la última década se ha ido desarrollando una revolución silenciosa en la metodología de las ciencias humanas y sociales: un renovado interés y una sentida necesidad por la metodología cualitativa han ido apareciendo entre sociólogos, educadores, psicólogos, economistas, científicos sociales, administradores públicos, lingüistas, planificadores urbanos y otros.
En síntesis, el enfoque cualitativo rechaza la pretensión, en gran parte irracional, de cuantificar toda realidad humana, consciente de la frecuente irrelevancia de la cuantificación y de la importancia que tienen, en cambio, el contexto, la función y el significado de los actos humanos.
La metodología cualitativa no reduce la explicación del comportamiento humano a la visión positivista, que considera los hechos sociales como "cosas" que ejercen una influencia externa y causal sobre el hombre, sino que valora también, y sobre todo, la importancia de la realidad como es vivida y percibida por él: sus ideas, sentimientos y motivaciones.
La metodología cualitativa se distingue por las siguientes características: es descriptiva, inductiva, fenomenológica, holista, ecológica, estructural - sistemática, humanista, de diseño flexible, y destaca más la validez que la replicabilidad de los resultados de la investigación.
Este manual es un poco ambicioso: en él se pretende condensar las ideas centrales de la teoría en que se fundamentan los métodos cualitativos y también presentar en forma concisa, pero completa (desde la fundamentación epistemológica hasta la evaluación de la investigación), las etapas fundamentales de su aplicación práctica y etnográfica a la investigación educacional. Sin embargo, el enfoque cualitativo - etnográfico que se describe va mucho más allá del área educativa (que se usa a modo de ejemplo, dada la rica bibliografía, la explosión de interés y el efecto sobre el valor del enfoque etnográfico en la investigación educacional), y se podrá utilizar adecuadamente también en la investigación de problemas familiares, empresariales, institucionales o de cualquier comunidad o grupo humano.
El manual está destinado, sobre todo, a los investigadores académicos, de pre y posgrado (área donde nació y se desarrolló), que deben realizar una investigación para su trabajo de grado o de ascenso, y a los evaluadores de dichos trabajos. En cierto modo, pretende ser un poco el sustituto o, al menos, el auxiliar del tutor o asesor de esas tesis.
En la parte teórica (ubicada, especialmente en los dos primeros capítulos y al principio de los restantes) el manual presenta las ideas centrales de la epistemología pospositivista en la cual se fundamenta la investigación cualitativa y etnográfica: en ella se hace énfasis en la importancia de los enfoques estructural, sistémico, gestáltico y humanista para una adecuada compresión de las realidades más típicamente humanas; la importancia de adoptar inicialmente una actitud exploratoria y de apertura mental para comprender estas realidades así como existen y se presentan en sí mismas, sin contaminación de medidas formales o problemas y variables preconcebidos (perspectiva fenomenológica); la conveniencia de captar los eventos con el significado que tienen para quienes están en ese medio; el uso de un marco interpretativo que destaca el papel importante del conjunto de variables en su contexto natural y dentro de su sistema funcional; y la descripción de los resultados con riqueza de detalles y tan vívidamente que el lector puede tener una vivencia profunda de lo que es esa realidad (enfoque etnográfico).
En la parte práctica, se describen los lineamientos generales de la metodología de la investigación cualitativo - etnográfica aplicada, sobre todo, a la problemática educacional. Su fin es lograr, primero, una descripción amplia y rica de los contextos, actividades y creencias de los participantes en el medio educativo y, luego, elaborar una síntesis estructural - teórica que sea como una "fotografía verbal" de esa realidad, con el fin de fundamentar la toma de decisiones en torno a la misma. La investigación etnográfica no tiene, como primer plano, pretensiones universales y de alta generalización de sus resultados, aunque no las excluye y camina en esa dirección; su fin próximo es estudiar, conocer y servir a una comunidad, institución o grupo particular, es decir, coincide, en este aspecto, con la investigación - acción; su fin remoto es llegar a descubrir y establecer teorías generales.
El manual está muy lejos de ser un recetario de aplicaciones ciegas, ya que eso estaría muy reñido con la orientación etnográfica, que no cree que "la verdad sea producto del método"; lo que busca es dar una soltura mental al investigador que se inicia en el enfoque cualitativo - etnográfico y prepararlo para trabajar creativamente con el mismo.
La secuencia de los capítulos indica también el orden en que deberían organizarse las actividades de la investigación respectiva. El anteponer una clara concepción teórica a la parte operativa y práctica, ahorrará muchos esfuerzos y actividades inútiles y, sobre todo, le dará al investigador la sensación de ir adelante con pie firme y seguro.
El manual finaliza con un capítulo dedicado a la evaluación de las investigaciones cualitativas y etnográficas, que creemos será muy útil tanto para los evaluadores como para los mismos investigadores, ya que dispondrán de una clara y resumida ilustración de las diferentes etapas o partes de la investigación, como también de las metas que se deben alcanzar y de los criterios que señalan el nivel logrado.
Nos sentiremos sumamente estimulados y halagados si este manual, con el señalamiento teórico-práctico de esta importante línea de investigación, logra reducir, al menos parcialmente, el nivel de angustia que se desarrolla en la gran mayoría de estudiantes (y no sólo en ellos) cuando enfrentan el trabajo de una investigación. En la práctica, la investigación cualitativa, aunque exigente en sí misma, siempre ha demostrado ser una experiencia placentera y estimulante.
De este modo, es de esperar que cada vez se oiga menos decir "todos menos investigación" y más el nuevo lema: "sin investigación no hay vida académica".



1.- EL PARADIGMA CIENTIFICO POSPOSITIVISTA:

En la medida en que las leyes de la matemática se refieren a la realidad no son ciertas, y en medida en que son ciertas no se refieren a la realidad.

EINSTEIN.

La actitud científica ha de ser reconstruida; la ciencia ha de rehacerse de nuevo.

SHORÖDINGER.

La historia de la humanidad podría considerarse como una serie de esfuerzos e intentos por comprender el mundo. Sin embargo, sabemos que "la ciencia vale tanto cuanto es capaz de probar". Esta afirmación se remonta a la filosofía griega. Define la ciencia por su capacidad de probar lo que afirma. Pero Descartes nos advierte que ninguna ciencia está capacitada para demostrar científicamente la solidez de su propia base, es decir, que ninguna ciencia es capaz de probar la firmeza o consistencia de la base en que se apoya o en que hinca sus raíces, sin utilizar algún axioma externo. Por ello, lógicamente, tendrá que justificar o, al menos, hacer patentes los presupuestos de que parte o el enfoque que adopta. Si no lo hace, no podrá demostrar que es mejor que otras alternativas dogmáticas e, incluso, irracionales; es más, creará un gran obstáculo para una plena comprensión de la situación investigada. Sin embargo, este punto es frecuentemente soslayado por muchos científicos, que no justifican sus puntos de partida.
Desde luego, la elección que hagamos de un enfoque epistemológico y metodológico, especialmente si es para los problemas humanos, determinará también el tipo de problemas que deseamos explorar, las técnicas que usaremos en su investigación y aplicación, las teorías que construyamos, la naturaleza y el valor de nuestras contribuciones en la promoción del bienestar humano.
La finalidad de esta capítulo es precisamente cumplir con este deber epistemológico: señalar el enfoque y el paradigma científico pospositivista adoptados por la metodología cualitativa y etnográfica y las razones de su elección. Igualmente, las ideas que aquí se exponen tienen por finalidad ayudar a todo investigador que adopte esta orientación en la fundamentación de su marco epistemológico y teórico.

ORIENTACION POSITIVISTA:

La idea central de la filosofía positivista sostiene que fuera de nosotros existe una realidad totalmente hecha, acabada y plenamente externa y objetiva, y que nuestro aparato cognoscitivo es como un espejo que la refleja dentro de sí, o como una cámara fotográfica que copia pequeñas imágenes de esa realidad exterior. De esta forma, ser objetivo es copiar bien esa realidad sin deformarla, y la verdad consistiría en la fidelidad de nuestra imagen interior a la realidad que representa. En último término, esta "equivalencia adecuada" de nuestro intelecto con la realidad exterior es un supuesto aristotélico a partir del cual, implícita o explícitamente, se ha construido la ciencia de los últimos siglos.
Para lograr plena objetividad, absoluta certeza y una verdad incuestionable, los positivistas de los últimos tres siglos (Locke, Hume, J.S.Mill, Comte, Mach y otros) se apoyaron en el análisis de la sensación como piedra segura, tratando de establecer un origen sensorial para todos nuestros conocimientos. Sólo las sensaciones o experiencias sensibles eran consideradas un fenómeno adecuado para la investigación científica; sólo lo verificable empíricamente sería aceptado en el cuerpo de la ciencia; la única y verdadera relación sería la de causa y efecto; los términos fundamentales de la ciencia debían representar entidades concretas, tangibles, mensurables, verificables; de lo contrario, serían desechados como palabras sin sentido. La ciencia es considerada, idealmente, como un sistema lingüístico; las leyes de la naturaleza se derivan (inductivamente) de los datos y, del mismo modo, las teorías se infieren de las observaciones. Hay una uniformidad de la naturaleza a través del tiempo y del espacio; las ciencias naturales y las humanas persiguen el mismo objetivo: descubrir leyes generales que sirvan de explicación y predicción, y siguen la misma metodología, aunque las ciencias humanas sean más complejas.
Los empiristas establecen, como base de todo, su principio de verificación: una proposición o enunciado tiene sentido sólo si es verificable en la experiencia y la observación, es decir, si hay un conjunto de condiciones de observación relevantes para determinar su verdad o falsedad.
Todo debe ser verificable. Este principio sería válido para todas las ciencias, ya sean naturales o humanas. Por tanto, las proposiciones filosóficas o metafísicas, éticas, etc., que carecen de un referente empírico directo, no tendrían sentido alguno.
Estas ideas se amplían después con la nueva lógica matemática de Bertrand Russell (1910-1913), que diversifica y enriquece el espectro de posibilidades, y con las llamadas definiciones operacionales de Bridgman (1927), cuya finalidad será "hacer" observables y mensurables todas aquellas realidades renuentes o reacias a ello.
En síntesis, éstos eran, básicamente, los criterios o las grandes reglas del "saber científico" para todas las ciencias que se quisieran preciar de tales, aun para las ciencias sociales y, en general, para todas las ciencias del hombre: la objetividad del conocimiento, el determinismo de los fenómenos, la experiencia sensible como fuente del saber y su posibilidad de verificación, y la lógica formal como garantía de un procedimiento correcto.

CAMBIO EN LA FISICA:

La física tiene entre sus fines examinar las entrañas más profundas y recónditas de la materia. En las tres primeras décadas del siglo XX los físicos hacen una revolución de los conceptos fundamentales de la física; esta revolución implica que las exigencias e ideales positivistas no son sostenibles ni siquiera en la física: Einstein relativiza los conceptos de espacio y tiempo (no son absolutos, sino que dependen del observador) e invierte gran parte de la física de Newton; Heisenberg introduce el principio de indeterminación o de incertidumbre (el observador afecta y cambia la realidad que estudia) y acaba con el principio de causalidad; Pauli formula el principio de exclusión (hay leyes - sistema que no son derivables de las leyes de sus componentes), que nos ayuda a comprender la aparición de fenómenos cualitativamente nuevos y nos da conceptos explicativos distintos, característicos de niveles superiores de organización. A su vez, Niels Bohr establece el principio de complementariedad: puede haber dos explicaciones opuestas para los fenómenos físicos y, por extensión, quizá para todo fenómeno; Max Planck, Schrödinger y otros descubren, con la mecánica cuántica, un conjunto de relaciones que gobiernan el mundo subatómico, similar al que Newton descubrió para los grandes cuerpos, y afirman que la nueva física debe estudiar la naturaleza de un numeroso grupo de entes que son inobservables, ya que la realidad física ha tomado cualidades que están bastante alejadas de la experiencia sensorial directa.
El aporte más significativo y, quizá, también el más desconcertante para el positivismo clásico, lo da Heisenberg con el concepto de indeterminación en la naturaleza (en la naturaleza del átomo). En efecto, Heisenberg señala que la incertidumbre del científico no reside tanto en la imperfección de sus instrumentos de medición, o en sus limitaciones humanas para conocer, o en el hecho de que el observador perturba con su intervención los valores previos de la realidad, aunque todo esto es cierto y hay que tenerlo muy en cuenta, sino en forzar a una de las muchas potencialidades existentes a convertirse en realidad, como hace el escultor al extraer una estatua de entre las muchas posibles en el bloque de mármol.
Heisenberg dice que "la transición de lo posible a lo real tiene lugar durante el acto de la observación" (1958b,pág.54).
En otras palabras, el pasado transmite al futuro una serie de probabilidades, y solamente una de estas muchas potencialidades puede llegar a realizarse. El futuro no es sencillamente desconocido: es algo que "no está decidido"; pero tampoco es algo que está completamente "abierto", puesto que el presente determina la serie de las futuras posibilidades. Es el observador el que con su método de interrogación fuerza a la naturaleza a revelar una y otra posibilidad (ibídem,pág.58).
En un marco de referencia filosófico más amplio, podríamos decir que la posición de Heisenberg representa una novedosa y genial combinación de aspectos de la potencialidad aristotélica y de la causalidad newtoniana, creando así una visión e interpretación de índole distinta, que difiere de los dos puntos de vista anteriores.
Estos hechos son interpretados por muchos autores como el fin del realismo ingenuo, propio de la epistemología positivista, y como la bancarrota del determinismo físico. Los principios se aplican a partículas y acontecimientos microscópicos; pero estos acontecimientos tan pequeños no son, en modo alguno, insignificantes. Son precisamente el tipo de acontecimientos que se producen en los nervios y en el cerebro, como también en los genes y, en general, son la base que constituye toda materia del cosmos y todo tipo de movimiento y forma de energía.
Todo esto cambia tanto las cosas que estos mismos físicos señalan que en las ciencias naturales son cada vez más las hipótesis que no son susceptibles de contrastación experimental o empírica y, por tanto, el ideal de una ciencia completamente independiente del hombre, es decir, plenamente objetiva, es una ilusión. Por objetividad de los datos, por consiguiente, podríamos dar a entender sólo su reproducibilidad dentro de una comunidad científica que comparte una serie común de presupuestos, de hipótesis y de conceptos. Y es el mismo Heisenberg (1958a) quien dice que "la realidad objetiva se ha evaporado" y que "lo que nosotros observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación" (1958b,pág.58).
Si es cierto para la más objetivable de las ciencias, la física, con mayor razón lo será para las ciencias humanas, que llevan en sus entrañas la necesidad de una continua autorreferencia, y donde el hombre es sujeto y objeto de su investigación. Pensemos, simplemente, en los significados tan diferentes que pueden sugerirnos algunas construcciones hipotéticas como las siguientes: paz, justicia social, democracia, comunismo, ciencia social, delincuencia juvenil, investigación educacional, etcétera.
El observador no sólo no está aislado del fenómeno que estudia, sino que forma parte de él. El fenómeno lo afecta, y él, a su vez, influye en el fenómeno.
Oppenheimer (1954), advierte que "toda intervención para tomar una medida o para estudiar lo que sucede en el mundo atómico, crea, no obstante todo el orden de este mundo, una situación nueva, única, no plenamente previsible" (pág.62). Así, una partícula microscópica puede desviarse de su trayectoria espontánea por la acción de la luz destinada a localizarla, o cambia sus propiedades cuando es separada del núcleo en un acelerador para fotografiar sus huellas; un termómetro introducido en un líquido para medir su temperatura, la altera; los movimientos de la aguja magnética de un instrumento de medición eléctrica inducirán una nueva corriente en el circuito; la presión sanguínea de un paciente puede aumentar por el solo hecho de tomar conciencia de que se la están midiendo; un sondeo de opinión, al formular la pregunta, predispone las respuestas, etc. Este fenómeno se conoce hoy en día con el nombre de propiedad de Heisenberg.
Sin embargo, Oppenheimer (1956) advierte que la perturbación no es la que crea el mayor problema; "es el hecho de que los medios de observación se frustrarían como tales si intentáramos tener en cuenta la perturbación que causamos, lo cual es una cuestión bastante más sutil".
Por otro lado, el investigador nunca puede despojarse de los valores que alimentan, guían y dan sentido a su ejercicio profesional. Los valores personales intervienen de manera inevitable en la selección de los problemas, en el marco teórico que se escoge y en los métodos, técnicas y recursos que se emplean en su solución. Además, son estos valores personales los que guían las interpretaciones de los resultados y la ética profesional. Todo esto nos lleva a tener muy presente la tesis de Protágoras: "el hombre es la medida de las cosas". Y entre esas "cosas" están también los instrumentos de medición, que él crea, evalúa y repara. Pero si el hombre es la medida, entonces será muy arriesgado medir al hombre, pues no tendremos un "metro" para hacerlo. Para "medir" (conocer) a otra persona habrá que liberar la mente, mirar y escuchar muy atentamente, dejarse absorber y sumergirse en su vida, y ser muy receptivos y pacientes; es decir, hacer una buena "reducción" en el sentido fenomenológico. Un objeto de conocimiento que es a su vez sujeto consciente y libre no puede someterse a los esquemas de un paradigma científico determinista, mecánico y, además, matemático.
Y es el mismo gran físico Robert Oppenheimer (director del proyecto Manhattan que creó la primera bomba atómica, y que formó toda una generación de científicos estadounidenses) el que señala a los psicólogos, en su Conferencia Anual de la American Psychological Association, que "el peor de todos los posibles errores que puedan cometer es imitar una física que ya no existe, que desde hace mucho tiempo ha quedado completamente superada y ellos (los físicos) han abandonado" (1956,pág.134).

ORIENTACION POSPOSITIVISTA:

Esta orientación comienza a gestarse hacia fines del siglo pasado y llega a su desarrollo pleno en las décadas de los años cincuenta y sesenta de éste. La gestación la inician las obras de autores como Dilthey, Wundt, Brentano, Ehrenfels, Husserl, Max Weber y William James. A su desarrollo en este siglo contribuyen de manera fundamental Wittgenstein, Toulmin, Hanson, Kuhn, Feyerabend, Lakatos, Polanyi y Popper, entre otros (véase Martínez M.,1989). Igualmente, lo hacen de manera sostenida y firme los autores que crearon la psicología de la Gestalt, el estructuralismo francés y el enfoque sistémico. Veamos muy sucintamente sus ideas centrales.
Contra el principio de verificación esgrimen estos autores un argumento ad hominem: el principio de verificación es autocontradictorio, ya que él mismo es inverificable, y es de naturaleza metafísica o filosófica; es decir, que los positivistas filosofando pretenden condenar y renegar de la filosofía. El mismo Gödel va más allá de su orientación positivista inicial cuando establece su famoso teorema, según el cual no podemos probar la consistencia lógica de un sistema sin recurrir a un axioma fuera del mismo.
El cuestionamiento del principio de causalidad lineal tiene una historia más lejana en el tiempo. Oppenheimer (1956) puntualiza:
"La idea clásica de la física sobre el estado natural de la materia la concebía como algo en estado de reposo; y, así, cuando había cuerpos en movimiento era necesario buscar una causa. Este era el punto de vista académico. Este era también el punto de vista de Aristóteles. De hecho, está apoyado en mucha observación...
Jean Buridán y la escuela de París, en el siglo XIV, dieron un paso más haciendo una nueva analogía que, probablemente, constituye el mayor avance que se ha dado en la historia de la ciencia occidental. Ellos decían que era cierto que la materia tenía un estado natural, pero que no era de reposo. Es cierto que cuando se altera este estado natural es un estado de "constante ímpetu", de un momentum constante, de una velocidad uniforme. Y con esto comenzó la mecánica racional y la ciencia física racional.
Este parece un cambio pequeño: reemplazar las coordenadas por la velocidad; es, ciertamente, un pequeño cambio; y, sin embargo, es un cambio total del modo de pensar sobre el mundo físico..."
¿Qué implica este "cambio del modo de pensar"? Este cambio nos exige una conceptualización de la materia, y de la realidad en general, no como sustancia fija, como conjunto de partículas estáticas, sino como procesos, como sucesos que se realizan en el tiempo, constituidos por campos electromagnéticos y gravitacionales en íntima interacción, por complejos de energía. Entra así en juego una diferencia sumamente conspicua: la diferencia de extensión temporal, que constituye una cuarta dimensión de la realidad.
Esta cuarta dimensión nos exige, a su vez, que dejemos a un lado el simbolismo espacial, como yuxtaposición de unidades simultáneamente existentes, y su tradicional analogía visual (como imagen, foto o pintura estáticos), y que recurramos a la analogía auditiva, que sí incorpora la dimensión temporal. Así, en una melodía o en una polifonía, la cualidad de un nuevo tono, a pesar de su irreductible individualidad, está constituida también por todo el contexto musical antecedente que, a su vez, se ve retroactivamente cambiado por la emergencia de una nueva cualidad musical. La frase musical es un tono diferenciado sucesivo. Lo mismo que cualquier todo dinámico, exhibe una síntesis de unidad y multiplicidad, de continuidad y discontinuidad.
La analogía auditiva nos ayuda así a reemplazar la causalidad lineal, unidireccional, por la "multicausalidad" o "causalidad pluridireccional". En la percepción de la frase musical hay plena compatibilidad de la emergencia de novedad (actual) con la influencia causal del pasado: el tono último de la melodía es un presente emergente, mientras que su contexto musical antecedente (unido por el eslabón dinámico de la memoria) representa el impacto causal o mnémico del pasado.
La insostenibilidad del principio de causalidad lineal en la física llevó a Russell (1953) a afirmar que: "la ley de causalidad (...) es una reliquia de una edad pasada que sobrevive, como la monarquía, sólo porque se supone, erróneamente, que no hace daño (pág.387)".
E igualmente, motivó a Bronowski (1978) a señalar que, puesto que la causalidad "no es más que uno de los instrumentos de la ciencia, nos parece absurdo aferrarse a ella ciegamente cuando parece con toda evidencia que no funciona ya como instrumento. Desde luego, cada uno es libre de preferir su artículo de fe favorito (...) Pero, no creemos que esta fe sea algo más que un apoyo confortable y de rutinaria superstición (pág.81)".
El mismo Wittgenstein afirmó en su famoso Tratado que "las causas son supersticiones". En efecto, quizá no sean más que cómodos hábitos mentales que nos simplifican y facilitan la comprensión de realidades mucho más complejas.
Es lógico que, al eliminar el principio de causalidad como instrumento explicativo en la física y, por implicación, en todas las demás ciencias, la filosofía de la ciencia pospositivista haya tenido que redefinir muchos términos. Los términos ley, medida, control, variables dependiente e independiente y otros más debieron ser redefinidos. Las explicaciones causales y muchas explicaciones estadísticas que participan del mismo concepto, como regresión lineal, análisis de varianza, coeficientes de correlación, etc. debieron complementarse con explicaciones "motivacionales" y, en general, con explicaciones que se relacionan con el "significado" que tienen las cosas y las acciones para el ser humano.
Ahora bien, si el concepto de causalidad lineal es insostenible, el presupuesto determinista será igualmente indefendible y, con ello, la estructura de la ciencia nomotética deberá ser revisada en profundidad. En especial, habrá que añadir que, en el área de la ciencias humanas, el indeterminismo es necesario, aunque insuficiente, para dar cabida a la libertad humana y, de manera particular, a la creatividad.
Aparte de esta revolución que arranca desde la física, el papel decisivo hacia la superación del positivismo lo desempeña el vienés Ludwig Wittgenstein. En efecto, su Tratado lógico filosófico, publicado en 1921, era como la Biblia de los miembros del Círculo de Viena (Schlick, Carnap, Neurath, Feigl, Gödel, Hempel, Reichenbach, Ayer), grupo de científicos
matemáticos filósofos que dirigían, a través de la revista Erkenntnis (conocimiento), la filosofía de la ciencia positivista a nivel mundial.
Wittgenstein sostenía en el Tratado que había un grupo numeroso de palabras que designaban directamente partes de la realidad. Este supuesto hecho era la base del positivismo lógico y, por derivación, de las "definiciones operacionales", ya que "enlazaba" las proposiciones con la realidad. Pero desde 1930 en adelante, Wittgenstein comienza a cuestionar,
en sus clases en la Universidad de Cambridge, sus propias ideas, y a sostener, poco a poco, una posición que llega a ser radicalmente opuesta: niega que haya tal relación directa entre una palabra y un objeto; afirma que las palabras no tienen referentes directos; sostiene que los significados de las palabras se encuentran determinados por los diferentes contextos en que ellas son usadas; que los significados no tienen linderos rígidos y que éstos están formados por el contorno y las circunstancias en que se emplean las palabras; que, consiguientemente, un nombre no puede representar o estar en lugar de una cosa y otro en lugar de otra, ya que el referente particular de un nombre se halla determinado por el modo en que el término es usado. En suma, Wittgenstein dice que "en el lenguaje jugamos juegos con palabras" y que usamos a éstas de acuerdo con las reglas convencionales preestablecidas en cada lenguaje. Todas estas ideas aparecerán luego en su obra póstuma Investigaciones filosóficas (1953). Una posición similar llegaron a sostener, después, Hempel y Carnap.
Evidentemente, este cambio del líder fundamental ideológico del positivismo se relaciona con las posiciones antipositivistas de los autores de fines del siglo pasado, ya señaladas, y con las ideas de filósofos idealistas, como Kant, los cuales hacían énfasis en la actividad de la mente humana como participante activa y formativa de lo que ella conoce.
De esta forma, la orientación pospositivista efectúa un rescate del sujeto y de su importancia. La mente construye la percepción, o el objeto conocido, informando o "moldeando" la materia amorfa que le proporcionan los sentidos, por medio de formas propias o categorías, como si inyectara sus propias leyes a la materia. Estas formas, es decir, lo que se percibe y su significado, dependerán de nuestra formación previa, de nuestras expectativas teóricas actuales, de nuestros valores, actitudes, creencias, necesidades, intereses, miedos, ideales, etc. Así, la observación no sería pura e inmaculada (como si fuera percibida por "el ojo de Dios"), sino que implicaría una inserción de lo observado en un marco referencial o fondo, que es el que le daría el sentido que tiene para nosotros. De ahí la frase de Polanyi: "todo conocimiento es conocimiento personal" (y así titula su obra fundamental: Personal Knowledge,1958), o su definición de ciencia como "un sistema de creencias con las cuales estamos comprometidos" (ibídem,pág.171); o la afirmación de Merleau-Ponty: "estamos condenados al significado"; o también la de Geertz: "el hombre es un animal suspendido en una red de significados que él mismo se ha tejido" (1973,pág.5).
En efecto, la realidad existencial, es decir, la masa preconceptual previa de nuestro ser o matriz existente de "modos de vida" ya sistematizados, son como reglas generales o presuposiciones epistemológicas inconscientes que moldean, informan y dan estructura a lo que entra por nuestros sentidos, es decir, rigen todo el conocer; y no podría ser de otra forma, ya que si pudiéramos anular esa masa de "ideas" previas, nuestra mente, como la de un niño, apenas trascendería lo meramente físico y... no veríamos nada: percibiríamos lo que ve una persona que no conoce las reglas del juego de ajedrez, ante los movimientos de piezas que ejecutan dos buenos jugadores.
Por todo ello cabe afirmar, en plena lógica, que el enfoque positivista y su metodología son sencillamente imposibles de practicar, como tampoco se pueden sostener, en sentido riguroso y estricto, sin caer en autocontradicción.
Tendríamos, por consiguiente, dos polos. Por un lado se encuentra el polo de la componente "externa", es decir, la tendencia que tiene una realidad exterior a imponernos una determinada forma (tendencia al orden, a la simetría, a la continuidad, a la regularidad, a la proximidad de elementos, tendencia al cierre, a completarse, etc.: lo que los gestaltistas expresan con la "ley de pregnancia"); por el otro, preexiste el hecho de que nuestra mente no es virgen, sino que está ya estructurada (componente "interna") con una serie de presupuestos o reglas generales aceptados tácita e inconscientemente, convive con una filosofía implícita, posee un marco de referencia, un lenguaje, unos esquemas perceptivos y una estructura teórica para muchas cosas, y alberga una gran variedad de necesidades, intereses, temores, deseos, valores, fines y propósitos que constituyen su "mundo vivido". Todo esto hace que un "dato" o señal que provenga de la apariencia de un objeto o interlocutor (o de nuestra memoria) active un "bloque de información" y éste, al integrarlo en su contexto o estructura, le confiera un significado determinado. Los objetos, los eventos, las situaciones no tienen un significado en sí mismos; más bien, el significado se lo confiere el observador. Debido a ello, el mismo "dato" puede tener significados muy diferentes para dos personas. Es más, lo que para una es evidente, para otra puede llegar a ser hasta absurdo, como sucede al usar paradigmas epistemológicos diferentes o, simplemente, cuando se ven las mismas cosas con enfoques opuestos, como sucede cuando nuestra mente efectúa un cambio de gestalt ante una figura y... percibe "otra cosa" o, en sentido más amplio, en una conversión ideológica o religiosa, donde todo se ve con nueva luz y perspectiva diferente. De aquí la necesidad de recabar los datos ubicados siempre en su contexto y la importancia de recurrir a una técnica hermenéutica para interpretarlos, ya que su significado permanecerían oculto ante un análisis meramente positivista.
Así mismo, la componente interna explicaría la afirmación de Merleau Ponty (1975), que sintetiza gran parte de su clásico estudio sobre la percepción:
"La percepción es un juicio, mas un juicio que ignora sus razones; esto equivale a decir que el objeto percibido se da como totalidad y como unidad antes de que hayamos captado su ley inteligible (pág.63)".
E, igualmente, lo que Descartes (1973,orig.1641) señala en su Sexta Meditación: "yo advertía que los juicios que solía hacer de esos objetos se formaban en mi mente antes de haber tenido tiempo de pesar y considerar aquellas razones que pudiesen obligarme a hacerlos (pág.111)".
Estas ideas son avaladas hoy en día también por los estudios de la neurociencia (Popper-Eccles,1985), que señalan que: "no hay 'datos' sensoriales; por el contrario, hay un reto que llega del mundo sentido y que entonces pone al cerebro, o a nosotros mismos, a trabajar sobre ello, a tratar de interpretarlo (...) Lo que la mayoría de las personas considera un simple 'dato' es de hecho el resultado de un elaboradísimo proceso. Nada se nos 'da' directamente: sólo se llega a la percepción tras muchos pasos, que entrañan la interacción de los estímulos que llegan a los sentidos, el aparato interpretativo de los sentidos y la estructura del cerebro. Así, mientras el término 'datos de los sentidos' sugiere una primacía en el primer paso, yo (Popper) sugeriría que, antes de que pueda darme cuenta de lo que es un dato de los sentidos para mí (antes incluso de que me sea 'dado', hay un centenar de pasos de toma y daca que son el resultado del reto lanzado a nuestros sentidos y nuestro cerebro (...) Toda experiencia está ya interpretada por el sistema nervioso cien - o mil - veces antes de que se haga experiencia consciente (págs.483-484)".
Debido a esto, Popper considera la filosofía empirista clásica de la tabula rasa no sólo equivocada, sino un error grotesco (ibídem,pág.136) y no dudó en afirmar en su Autobiografía que "todo el mundo sabe hoy en día que el positivismo lógico está muerto" (Phillips,1983).
Precisamente, el nacimiento de la fenomenología, y del método fenomenológico en particular, se deben a la toma de conciencia de la gran influencia que tienen en nuestra percepción las disposiciones y actitudes personales, las posiciones teóricas y la tradición aceptada, así como al deseo de limitar "convenientemente" ese factor interno para dejar "hablar más" y "revelarse mas" a la realidad de las cosas con sus características y componentes estructurales propios.
Estos hechos tienen implicaciones de gran trascendencia para la filosofía de la ciencia y su correspondiente método de investigación, ya que, debido a ello, los informes de "datos" científicos estarán siempre "cargados de teoría" (Hanson), pues no existen hechos sin interpretación, y todo lenguaje es selectivo, abstractivo y simbólico. Los "datos", en última instancia, no pueden dejar de ser una selección de la experiencia en función de los fines y las expectativas que el observador alimenta, y no pueden evitar estar influidos - y, quizá, determinados - por el marco de referencia desde el cual son considerados, y por las teorías asimiladas que preceden a la observación.

PARADIGMA POSPOSITIVISTA:

Lo dicho hasta aquí constituye, aunque en forma muy condensada, un sistema básico de ideas sobre la naturaleza de la realidad y sobre la naturaleza de nuestro conocimiento de ella, que, en conjunto, forman una nueva perspectiva general y una visión diferente del mundo; es decir, constituyen un nuevo paradigma, el paradigma pospositivista, basado, a su vez, en una teoría de la racionalidad también diferente (véase Martínez, M., El paradigma emergente,1997).
El pospositivismo es un paradigma enteramente nuevo, no reconciliable con el viejo, positivista. Los acercamientos, acomodaciones y compromisos no son aquí más posibles que entre la astronomía ptolomeica y la de Galileo, entre la teoría del flogisto y la del oxígeno o entre la física newtoniana y la mecánica cuántica. Se trata de un sistema de ideas enteramente nuevo, basado en supuestos no sólo diferentes, sino también contrastantes.
Un nuevo paradigma exige el derrocamiento del viejo, y no precisamente una adición a las teorías precedentes. Los datos familiares son vistos de una manera enteramente nueva y los términos antiguos adquieren una significación diferente.
El cambio de paradigma, en una persona, aunque madura lentamente, se efectúa de golpe, como el trueque de una forma visual, como el cambio de gestalt o el cambio en una conversación religiosa o ideológica. La rivalidad entre paradigmas no es la clase de batallas que pueden ganarse con demostraciones... y, menos aún, con imposiciones; sólo la favorece una auténtica y sincera invitación a ver las cosas como las vemos nosotros, seguros de que en la medida en que ello sea benéfico para alguien, llegará a producir el cambio de gestalt.
En conclusión, podríamos establecer que la diferencia fundamental entre el paradigma positivista y el pospositivista se ubica en su gnoseología o teoría del conocimiento. En este último, pospositivista, se supera el esquema que considera la percepción como simple reflejo de las "cosas reales" y el conocimiento como copia de esa realidad (fig.1.1). El conoci-
miento, en cambio, se considera como el fruto o resultado de una interacción, de una dialéctica, o diálogo, entre el conocedor y el objeto conocido. Cada conocimiento, como cada punto de una elipse (usando una analogía), estaría determinado por las distancias a los focos, cuya suma es siempre constante. Cada conocimiento sería la resultante de dos factores (sujeto y objeto), cada uno de los cuales tendría un área de mayor influencia de acuerdo con el campo de pertenencia de dicho conocimiento: ciencias naturales (por ejemplo, un motor) o ciencias humanas (por ejemplo, la justicia) (fig.1.2).
En este diálogo entre el sujeto y el objeto tienen voz múltiples interlocutores, como los factores biológicos, los psicológicos y, sobre todo, los culturales: todos ellos influyen en la conceptualización o categorización que se haga del objeto. Por ello, no se podría destacar la objetividad y, menos aún, la verdad, de algo sin señalar el enfoque, óptica o punto de vista desde el cual se percibe, ya que lo que se considera como conocimiento o lo que se estima verdadero se basa en un consenso, y éste se da en un contexto social e históricamente determinado. Esto, evidentemente, nos lleva a un relativismo, pero sólo a un relativismo parcial o, mejor, a un perspectivismo, ya que en la medida en que partamos de los mismos presupuestos y adoptemos el mismo enfoque, también lograremos un consenso y una validez intersubjetiva.
El concepto de intersubjetividad reemplaza así al concepto de objetividad que, como ya señalamos - según Heisenberg -, hasta en la misma física "se evaporó".
Por todo ello, cabe concluir destacando que la ciencia no alberga ningún absoluto ni verdad final alguna. Tiene sus comienzos en compromisos con postulados y presupuestos, los cuales serán modificados en la medida en que nuevos hechos contradigan las consecuencias derivadas de ellos. La ciencia tendrá problemas eternos, pero no podrá dar respuestas eternas.

2.- FUNDAMENTACION TEORICA DE LA METODOLOGIA ETNOGRAFICA:

Siendo todas las partes causadas y causantes, ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas, y siendo que todas se mantienen entre sí por un vínculo natural e insensible que une a las más alejadas y más diferentes, tengo por imposible conocer las partes sin conocer el todo, así como también conocer el todo sin conocer singularmente las partes.
PASCAL.
CONCEPTO GENERAL:

Dentro de las metodologías cualitativas, el enfoque etnográfico, quizá, sea uno de los más antiguos. Aunque los antropólogos han desarrollado sobre todo en el siglo XX sus procedimientos metodológicos e interpretativos, la etnografía, sin embargo, es al menos tan antigua como el trabajo de Herodoto (padre de la Historia), pues en muchas de las historias que narra, describe e interpreta las realidades observadas desde el punto de vista conceptual de sus protagonistas.
Etimológicamente, el término etnografía significa la descripción (grafé) del estilo de vida de un grupo de personas habituadas a vivir juntas (ethnos). Por tanto, el ethnos, que sería la unidad de análisis para el investigador, no sólo podría ser una nación, un grupo lingüístico, una región o una comunidad, sino también cualquier grupo humano que constituya una entidad cuyas relaciones estén reguladas por la costumbre o por ciertos derechos y obligaciones recíprocos. Así, en la sociedad moderna, una familia, una institución educativa, un aula de clase, una fábrica, una empresa, un hospital, una cárcel, un gremio obrero, un club social, etc., son unidades sociales que pueden ser estudiadas etnográficamente.
Y, en sentido amplio, también son objeto de estudio etnográfico aquellos grupos sociales que, aunque no estén asociados o integrados, comparten o se guían por formas de vida y situación que los hacen semejantes, como los alcohólicos, los drogadictos, los delincuentes, los homosexuales, las meretrices, los mendigos, etcétera.
El enfoque etnográfico se apoya en la convicción de que las tradiciones, roles, valores y normas del ambiente en que se vive se van internalizando poco a poco y generan regularidades que pueden explicar la conducta individual y de grupo en forma adecuada. En efecto, los miembros de un grupo étnico, cultural o situacional comparten una estructura lógica o de razonamiento que, por lo general, no es explícita, pero que se manifiesta en diferentes aspectos de su vida.
El objetivo inmediato de un estudio etnográfico es crear una imagen realista y fiel del grupo estudiado, pero su intención y mira más lejana es contribuir en la comprensión de sectores o grupos poblacionales más amplios que tienen características similares. Esto se logra al comparar o relacionar las investigaciones particulares de diferentes autores.

ESTRUCTURA Y SISTEMA:

El problema mayor que las realidades humanas han planteado a la ciencia se deriva de su propia naturaleza.
Cuando una entidad es una composición o agregado de elementos, puede ser, en general, estudiada adecuadamente bajo la guía de los parámetros de la ciencia cuantitativa tradicional, en la que la matemática y las técnicas probabilitarias desempeñan el papel principal; cuando, en cambio, una realidad no es una yuxtaposición de elementos, sino que sus "partes constituyentes" forman una totalidad organizada con fuerte interacción entre sí, es decir, constituyen un sistema, su estudio y comprensión requiere la captación de esa estructura dinámica interna que la caracteriza y, para ello, requiere una metodología cualitativo - estructural.
Como señalamos en el capítulo I, el principio de exclusión de Pauli establece que las leyes - sistema no son derivables de las leyes que rigen a sus componentes. Las propiedades de un átomo en cuanto un todo se gobiernan por leyes no relacionadas con aquellas que rigen a sus "partes" separadas; el todo es explicado por conceptos característicos de niveles superiores de organización.
Si en las ciencias físicas encontramos realidades que necesitan ser abordadas con un enfoque estructural - sistémico, porque no son simples agregados de elementos, como, por ejemplo, un átomo o el sistema solar o un campo electromagnético, ya que no son meros conceptos de cosas, sino, básicamente, conceptos de relación, con mucha mayor razón encontraremos estas estructuras y sistemas en las ciencias biológicas, que se guían por procesos irreductibles a la simple relación matemática o lineal - causal, como la morfogénesis, la equifinalidad, la reproducción, la entropía negativa, etc. Y sobre todo, debemos reconocer esta situación en las ciencias del comportamiento y en las ciencias sociales, las cuales añaden a todo esto el estudio de los procesos conscientes, los de intencionalidad, elección y autodeterminación, los procesos creadores, los de autorrealización y toda la amplísima gama de las actitudes y los sentimientos humanos.
Cada uno de estos procesos es ya en sí de un orden tal de complejidad que todo modelo matemático y formalización resulta ser una sobresimplicación de lo que representa, ya que empobrece grandemente el contenido y significación de las entidades. Esta situación se evidenciará más aún cuando tales proceso se entrelazan, interactúan y forman un todo coherente y lógico, como es una persona, una familia, un grupo social y hasta una cultura específica.
Lo más típico y peculiar de estos procesos es la interacción en su sentido auténtico, es decir, que la actividad de una parte es a la vez "causa y efecto" de la posición, estructura y función de cada uno de los otros constituyentes. Köhler decía que "en la estructura cada parte conoce dinámicamente a cada una de las otras".
La estructura no es sólo una determinada configuración física de elementos; más bien, la estructura es la organización de esos elementos con su dinámica y significado. Así como la trama de una novela no es simplemente un conjunto de palabras, ni la armonía de una sonata consiste en un conjunto de notas, no el diseño arquitectónico de un edificio se reduce a la mera suma de más o menos ladrillos, igualmente, cada constituyente de una estructura se altera al entrar en una conexión sistémica: cada "parte", al formar una nueva realidad, toma en sí misma algo de sustancia de las otras, cede algo de sí misma y, en definitiva, queda modificada. Esto es lo que le sucede a cada ser humano al entrar a formar parte de un grupo social, ya sea un partido político, una institución, un club social, un equipo deportivo o cualquier otro grupo humano.
La ciencia clásica, analítico - aditiva, ha hecho muchos esfuerzos ciertamente encomiables, para desarrollar y aplicar refinadas técnicas matemáticas y complejos procesos estadísticos para comprender estas realidades. Así apareció, sobre todo, el grupo de las técnicas multivariables: análisis factorial, análisis de regresión múltiple, análisis de varianza, análisis discriminante, la correlación canónica, el cluster analysis, las escalas multidimensionales, el análisis de series temporales, las estimaciones no lineales, etc. Así aparecieron también varias técnicas no paramétricas y muchas de las descripciones hechas a través de las ecuaciones diferenciales que cubren vastas áreas de las ciencias físicas, biológicas y económicas y algún campo de las ciencias del comportamiento. Todas estas técnicas han dado buenos resultados, pero sólo cuando no hay interacción de las partes y su descripción es lineal, como señalaremos más adelante; es decir, cuando se trata de entes más estáticos que dinámicos. En la medida en que ascendemos en la escala biológica, psicológica y social, en la medida en que el número de las partes constituyentes o variables y la interacción entre ellas aumentan, su utilidad decrece rápidamente y su inadecuación se pone de manifiesto.
Abraham Maslow (1975), al referirse a las explicaciones multicausales en el dominio de las ciencias humanas, comenta: "es, de una manera particular, en los datos de la personalidad donde esta teoría se derrumba en la forma más completa. Resulta fácil demostrar que dentro de cada síndrome de la personalidad existe una relación diferente de la causal. Es decir, si usamos el vocabulario causal tendríamos que decir que cada parte del síndrome es, al mismo tiempo, una causa y un efecto de cada una de las otras partes, como también lo es de cada grupo formado por estas otras partes y, aún más, tendríamos que decir que cada parte es causa y efecto del todo de que es parte. Tal absurda conclusión es la única posible si usamos solamente el concepto de causalidad (págs.30-31).
La naturaleza íntima, estructural - sistémica, de los procesos más típicamente humanos no es captada por las técnicas matemáticas señaladas.
Consciente de la abstracción que hace la matemática de muchos aspectos de esa realidad, decía Einstein que "en la medida en que las leyes de la matemática se refieren a la realidad no son ciertas, y en la medida en que son ciertas no se refieren a la realidad" (Davies,1973,pág.1).
La toma de conciencia de este conjunto de realidades, llevó a la psicología de la gestalt, al estructuralismo y al enfoque de sistemas a concebir "otro modo de pensar" para sus respectivas áreas, partiendo de nuevos conceptos básicos, de nuevos axiomas, de nuevos presupuestos, es decir, de un nuevo paradigma científico.
La necesidad de un nuevo paradigma científico se deriva del hecho de que el paradigma de la ciencia tradicional se apoya en la matemática como en su pivote central, es decir, en la propiedad aditiva, que es la que califica y define los aspectos cuantitativos: todo se entiende, en esa orientación, a través del concepto básico de la aditividad. En efecto, todos los tipos de operaciones más complejas que la suma, como la resta, la multiplicación, la división, la potenciación, la radicación, los logaritmos, etc., se reducen a la suma, ya que no son sino sumas más complicadas.
En cambio, la naturaleza íntima de los sistemas o estructuras dinámicas, su entidad esencial, está constituida por la relación entre las partes, y no por éstas tomadas en sí. Por esto, las limitaciones actuales de las técnicas estadísticas no son una dificultad pasajera, superable con una mayor complejidad técnica: constituyen una imposibilidad esencial, una imposibilidad conceptual y lógica, que no podrá nunca superarse con más de lo mismo, sino con algo cualitativamente diferente. De aquí, la necesidad de un paradigma acorde con la naturaleza estructural - sistémica de las realidades más típicamente humanas (Véanse las bases de este nuevo paradigma científico en Martínez, M., 1989, cap.3-4; o en El paradigma emergente,1993).

PROCEDIMIENTOS ANALITICO Y SISTEMICO:

Aristóteles había formulado en su tiempo una famosa idea relacionada con sus nociones holistas y teleológicas: "el todo es más que la suma de sus partes". La ciencia occidental no tuvo en cuenta y, menos aún, desarrolló el contenido profundo que encierra esta frase. Esta ciencia optó, más bien, por elegir como idea rectora la segunda máxima del Discurso del método de Descartes: "fragmentar todo problema en tantos elementos simples y separados como sea posible". Este enfoque dio buenos resultados en algunos campos de la física y en la tecnología derivada de ellos, donde los hechos observados pueden dividirse en cadenas causales aisladas, de dos o tres variables, pero se ha mostrado totalmente incapaz de explicar adecuadamente una estructura de alto nivel de complejidad, como son los hechos humanos, donde entra en acción un alto número de variables con fuerte interacción entre ellas.
Quizá hubiera sido mejor para la ciencia occidental no haber seguido la máxima de Descartes y haber tenido, en cambio, muy presente lo que él pedía para sí mismo cuando escribió en su Carta a Mersene: "me alegraría mucho que aquellos que quieran hacerme objeciones no se apresuraran, sino, más bien, intentaran comprender todo lo que he escrito antes de juzgar una parte: ya que todo se mantiene y el fin sirve para probar el comienzo". Parecería que Descartes, en lo que más le importaba, fuera poco cartesiano.
La psicología de la gestalt, desde fines de siglo pasado, establece de nuevo un puente con Aristóteles y se erige, de hecho, en una teoría epistemológica de la estructura. Una gestalt es un todo estructurado compuesto de partes diferentes que derivan sus propiedades de la posición y de la función que tienen con respecto a la totalidad.
En una totalidad organizada - explica Wertheimer -, lo que ocurre en el todo no se deduce de los elementos individuales, sino, al revés, lo que ocurre en una parte de este todo lo determinan las leyes internas de la estructura de ese mismo todo; es decir, el todo no se explica por la partes, sino que son las partes las que, por su inserción en el todo, reciben significado y explicación. En efecto, una parte tiene significación distinta cuando está aislada o cuando está integrada a otra totalidad, ya que su posición o su función le confieren propiedades diferentes. Aún más, un cambio que afecte a una de las partes modifica las propiedades de la estructura (como una cirugía estética en la nariz cambia el rostro); pero éstas pueden permanecer idénticas cuando cambian todas las partes si conservan entre ellas la misma estructura, como sucede cuando tocamos una melodía en una octava más alta, o cuando ampliamos una fotografía o, incluso, en nuestra propia firma, en la cual siempre modificamos casi todos los trazos, pero conservamos la gestalt, es decir, la red de relaciones.
Un ejemplo ilustrativo de todo lo dicho le tenemos frecuentemente en los equipos deportivos. Un país, por ejemplo, puede tener seis u ocho equipos de fútbol de primera división. Todos pueden ser excelentes y todos pueden tener algún jugador "estrella". Cuando se forma la "selección nacional" para jugar con las selecciones de otros países como, por ejemplo, en un campeonato mundial, ordinariamente se escogen esos jugadores "estrella".
Pero luego resulta que la selección nacional, compuesta de "puras estrellas", puede jugar peor que cualquiera de los equipos de que provienen.
¿Qué explicación tiene esto? Que el todo (el equipo) no es igual a la suma de las partes (los jugadores estrella), porque éstos son excelentes cuando actúan en la estructura dinámica de su propio equipo, con sus compañeros habituales, cuyas jugadas conocen, prevén y adivinan; pero son "ordinarios" cuando entran en una nueva red de relaciones, es decir, en
una nueva estructura o sistema dinámico.
Un procedimiento analítico - advierte Bertalanffy (1981) - requiere, para poder ser aplicado, que se den dos condiciones: la primera, que no existan interacciones de las partes o, si existen, que sean tan pequeñas que se puedan despreciar por su poca significación. En efecto, si existen fuertes interacciones de las partes, éstas no pueden ser separadas - real, lógica y matemáticamente - sin destruir la entidad superior que constituyen. La segunda condición es que las descripciones del comportamiento de las partes sean lineales, ya que sólo así podrán ser aditivas, al poderse utilizar una ecuación de la misma forma para describir la conducta total y la conducta de las partes; es decir, que los procesos parciales pueden ser superpuestos para obtener el proceso total.
Los sistemas, las estructuras dinámicas, como la totalidades organizadas, no cumplen estas dos condiciones. Y este tipo de entidades es el que encontramos, en línea ascendente de complejidad, en la célula, en el tejido, en el órgano, en la persona, en la familia y en todo grupo social.

EL OBJETO DE ESTUDIO DE LA INVESTIGACION ETNOGRAFICA:

¿Cuál sería, entonces, la unidad de análisis, es decir, el objeto específico de estudio de una investigación etnográfica? Sería la nueva realidad que emerge de la interacción de las partes constituyentes, sería la búsqueda de esa estructura con su función y significado. Esta realidad - como ya señalamos - no está en los elementos, así como surgen las propiedades del agua que no se dan ni en el hidrógeno ni en el oxígeno por separado, o las propiedades del significado al relacionar varias palabras en una estructura lingüística, o la vida por la interacción de varias entidades físicos químicas, o la tercera dimensión en la visión binocular, etcétera.
Lo esencial de una estructura o sistema, así entendidos, es que pueden crecer, diferenciarse de manera progresiva, autorregularse y reproducirse, y que conservan su red de relaciones aun cuando se alteren, se sustituyan e incluso, en algunos casos, se eliminen partes; es decir, que manifiestan propiedades similares a las de los seres vivos.
No sería, por consiguiente, nada lógico estudiar las variables aisladamente, definiéndolas primero y tratando, luego, de encontrarlas. Es necesario comprender primero o, al menos, al mismo tiempo, el sistema de relaciones en el cual las variables o propiedades se encuentran insertadas, enclavadas y encajadas y del cual reciben su propio sentido. También se
consideraría improcedente definir las variables operacionalmente, ya que los actos de las personas, en sí, descontextualizados, no tendrían significado alguno o podrían tener muchos significados. El significado preciso lo tienen las "acciones humanas", la cuales requieren, para su interpretación, ir más allá de los actos físicos, ubicándolas en sus contextos específicos. El acto en sí no es algo humano; lo que lo hace humano es la intención que lo anima, el significado que tiene para el actor, el propósito que alberga, la meta que persigue; en una palabra, la función que desempeña en la estructura de su personalidad y en el grupo humano en que vive. Por eso escribió Hegel, al principio de su Fenomenología del Espíritu, que "lo verdadero es el todo", ya que cada entidad es un subsistema del todo. Hoy, más que nunca, se busca el significado de las acciones o de los eventos atendiendo al amplio contexto de la sociedad y a los conceptos de ethos (costumbres) y sistema ideológico.
El operacionalismo, como dogma metodológico, nunca tuvo mucho sentido en las ciencias humanas y hoy es cuestionado desde muchos puntos de vista, incluso el mismo concepto de "definición" operacional (Martínez,M.,1981).

CONSECUENCIAS METODOLOGICAS:

La ciencia tradicional adoptó un enfoque cuya lógica subyacente se centra en el método empírico - experimental y cuyo tipo ideal es el experimento, con énfasis en la aleatoriedad, aislamiento de variables y comparación entre grupos o eventos. El enfoque alterno es la investigación estructural o sistémica, cuyo diseño trata de descubrir las estructuras o siste-
mas dinámicos que dan razón de los eventos observados. Con énfasis en diferentes aspectos, se incluyen aquí la hermenéutica, la fenomenología, la etnografía, el estructuralismo y los estudios de campo.
Que las realidades humanas constituyen un "mundo especial" es una conclusión a la que ha llegado también la psicología soviética. Vigotsky y sus seguidores, por ejemplo, han señalado con frecuencia la "especificidad de los fenómenos humanos". Ahora bien, según Husserl (1962), las formas de ser, que tienen especialmente sus modos de darse, tienen también "sus modos en cuanto al método de conocerlas", ya que los rasgos universales y los detalles particulares de un fenómeno no pueden menos que ponernos en las manos también normas metodológicas más ricas, a las que deberán adjuntarse todos los métodos especiales.
Un método no es, en efecto - dice Husserl - nada que se traiga ni pueda traerse de fuera a un dominio. La lógica formal o la noética no dan métodos, sino que exponen la forma de un posible método (...); un método determinado (...) es una norma que brota de la fundamental forma regional del dominio y de las estructuras universales de ésta; es decir, se depende esencialmente del conocimiento de estas estructuras para aprehenderlo epistemológicamente (págs.171,172,186).
Heisenberg señaló que "el método ya no puede separarse de su objeto". Que el problema del método está enteramente determinado por su objeto de estudio es un postulado aristotélico general y fundamental (Gadamer,1977,pág. 385). De hecho, las realidades físicas, químicas, biológicas, psicológicas y sociales se presentan con diferentes formas y generan una infinita gama de problemas al interrelacionarse en múltiples contextos. Así, es natural que las técnicas y los procedimientos metodológicos, para enfrentarlas en forma eficaz y exitosa, respeten y se adapten a su peculiar naturaleza y forma de ser.
Por todo ello, los métodos adecuados para comprender un sistema o estructura dinámica deben ser tales que permitan captar su naturaleza peculiar, lo cual significa algo así como ver el bosque y los árboles al mismo tiempo, es decir, la totalidad y las partes que la forman en su dinámica propia. Las experiencias con taquistoscopio (Kubie,1980) muestran que podemos registrar impresiones visuales, auditivas y sinestésicas de manera casi simultánea y sin la participación de los procesos conscientes, - según Hainer, a una velocidad de uno a diez millones de bits por segundo (Ralph,1976) -, que podemos clasificarlas directamente hacia respuestas autónomas y que pueden resurgir más tarde en ciertos comportamientos.
La posibilidad de esta evidencia es avalada hoy en día por los estudios de la neurociencia (Martínez,M.,1987), los cuales han hecho ver que disponemos de todo un hemisferio cerebral (el derecho) para las compresiones estructurales, sincréticas, configuracionales y gestálticas, y que su forma de proceder es precisamente holista, compleja, no lineal, tácita, simultánea y acausal.
Si nos adentramos más en el fenómeno "partes-todo", diremos que hay dos modos de aprehensión intelectual de un elemento que forma parte de una totalidad. Michael Polanyi (1966) lo expresa de la siguiente manera: "no podemos comprender el todo sin ver sus partes, pero podemos ver las partes sin comprender el todo (...) Cuando comprendemos como parte de un todo a una determinada serie de elementos, el foco de nuestra atención pasa de los detalles hasta ahora no comprendidos a la comprensión de su significado conjunto. Este pasaje de la atención no nos hace perder de vista los detalles, puesto que sólo se puede ver un todo viendo sus partes, pero cambia por completo la manera como aprehendemos los detalles.
Ahora los aprehendemos en función del todo en que hemos fijado nuestra atención. Llamaré a esto aprehensión subsidiaria de los detalles, por oposición a la aprehensión focal que emplearíamos para atender a los detalles en sí, no como partes del todo (págs,22-23)".
En este campo, Polanyi sigue de cerca las ideas de Merleau-Ponty sobre el concepto de estructura. En efecto, Merleau-Ponty (1976) afirma que las estructuras no pueden ser definidas en términos de realidad exterior, sino en términos de conocimiento, ya que son objetos de la percepción y no realidades físicas; por esto, las estructuras no pueden ser definidas como cosas del mundo físico, sino como conjuntos percibidos y, esencialmente, consisten en una red de relaciones percibidas, que, más que conocida, es vivida (págs. 204,243).
Esta clase de realidades es la que debemos captar y registrar en el desarrollo de toda investigación etnográfica. Por ello, el proceso de análisis sería insuficiente, ya que la división y separación mental de las partes o elementos frecuentemente nos lleva a perder la red de relaciones que constituyen la estructura dinámica, la estructura significante. El proceso de análisis debe ser complementado continua y sistemáticamente con el proceso de síntesis e interpretación, aplicando la técnica del círculo hermenéutico de que nos habla Dilthey (véase el cap.6).

3.- DISEÑO GENERAL DEL PROCESO DE INVESTIGACION:

Para llegar al punto que no conoces, debes tomar un camino que tampoco conoces.

SAN JUAN DE LA CRUZ.

Toda investigación cualitativa y etnográfica debería incluir un capítulo con un nombre igual o similar al de este capítulo. Su fin es dar una visión, en conjunto, de la investigación y de sus etapas. Nosotros, para no ser repetitivos, exponemos estas partes o etapas en forma secuencial y detallada en los capítulos anteriores y posteriores a éste y, en forma de síntesis, en el capítulo 8, al hablar de la evaluación de la investigación y de los criterios empleados para ello en cada una de sus etapas.
Por eso, aquí sólo destacaremos algunos aspectos relacionados con las estrategias metodológicas generales y, para el resto, remitimos al lector a ese capítulo final.
Conviene distinguir claramente este diseño del proyecto que se prepara para obtener recursos de una institución patrocinante. Aunque ambas tienen, básicamente, las mismas partes, este diseño debe ser realista, ejecutable, realizable, con los pies en tierra, ya que sólo podemos "hacer fuego con la leña que tenemos". El proyecto, en cambio, que tratamos de vender a una institución patrocinante, podrá omitir alguna de estas partes y hacer énfasis en otras, como los propósitos y objetivos de la investigación, situación actual del conocimiento en el área, significación y relevancia de la investigación, descripción de su proceso, procedimientos, técnicas e instrumentos que se usarán, personal necesario, costos de cada parte, responsabilidad del investigador, cronograma de la ejecución de cada etapa y de todo el proyecto. La cualidad principal de este proyecto es que sea persuasivo o convincente. Por ello, en él no se deben usar términos técnicos ni jerga científica; pero si deberá ser muy lógico, razonable y, evidentemente, realizable.

DETERMINACION DE LOS OBJETIVOS QUE SE PERSIGUEN:

Es probable que la elección de determinados objetivos o el planteamiento de ciertos problemas por resolver impliquen la adopción de una orientación epistemológica especial o la aceptación de una determinada teoría, o se apoyen en algunos supuestos básicos. En tal caso, es necesario aclararlo de manera explícita al desarrollar los capítulos referidos al paradigma epistemológico y al marco teórico, que deben preceder a toda investigación cualitativa y etnográfica respetable.
Elegir los objetivos de una investigación presenta, además, otros problemas de diferente grado de dificultad. El primero es de fondo filosófico y ético, y necesita una justificación: ¿qué voy a estudiar y por qué? El segundo problema se relaciona con las estrategias metodológicas y trata de delimitar solamente la relación entre diferentes variables o si se intenta descubrir la estructura organizativa o sistema dinámico de un todo más complejo.
Con respecto al primer problema, es probable que el investigador de las ciencias humanas caiga en la red que le tienden los grupos de poder interesados en el control de las condiciones en que vive una determinada población. Muchas investigaciones en las áreas industrial, comercial, política y, en ocasiones, también educacional, entran en este juego, tal vez debido a que son financiadas generosamente. Dada la gran trascendencia que tienen las investigaciones serias en el área del comportamiento humano y, en general, de la vida humana, sería deseable que los objetivos que se pretende lograr estuvieran siempre relacionados con el conocimiento, el desarrollo y la promoción de las potencialidades de la persona o comunidad por estudiar, y nunca con su abuso y explotación.
El segundo problema es de carácter e implicaciones metodológicos: conviene saber lo más clara y concretamente posible qué es lo que se quiere y lo que no se quiere investigar. Los objetivos que se busca lograr (no los problemas específicos por resolver, como veremos más adelante) deben poder reducirse a preguntas directas, es decir, a sus dimensiones más concretas y explícitas; el apuntar cuidadosamente hacia el blanco es la mejor garantía de poder dar en él. El objetivo puede ser muy preciso, como, por ejemplo, clarificar tal o cual fenómeno o área problemática, aun cuando sus problemas específicos o dificultades propias estén todavía muy enredados y sólo se puedan plantear o formular expresamente cuando la investigación esté más adelantada.
Un proyecto de investigación debe preguntarse también, y sobre todo, si su objetivo es la búsqueda del promedio y variación de una o más variables en muchos sujetos y la relación entre esas variables, o si, en cambio, intenta descubrir la estructura organizativa, sistema dinámico o red de relaciones de un determinado fenómeno más complejo. Si se busca lo primero, como, por ejemplo, la estatura y el peso medios en una población, sus preferencias políticas, la intención del voto o la opinión y juicio más comunes y generalizados sobre un tema, se hará a través de una muestra representativa de sujetos de acuerdo con las técnicas de muestreo. Si, por el contrario, lo que se desea es descubrir la estructura compleja o sistema de relaciones que conforman una realidad psíquica o social humana, como, por ejemplo, el nivel de autoestima, el rechazo escolar, la calidad del rendimiento, el clima educativo familiar, la eficiencia de una empresa, la buena marcha de una organización, de un gobierno, etc., habrá que partir no de elementos aislados, ya que perderían su verdadero sentido, sino de la realidad natural en que se da la estructura completa; es decir, de casos o situaciones ejemplares o paradigmáticos: situaciones más representativas y típicas, estudiadas a fondo en su compleja realidad estructural. En las ciencias del comportamiento, y en las ciencias humanas en general, ésta es la situación más común, ya que lo que da sentido y significado a cada elemento o constituyente es la estructura en que se encuentra y la función que desempeña en ella.
Un error frecuente y grave consiste en pretender llegar al conocimiento de estructuras estudiando elementos en muestras aleatorizadas y sometiendo los "datos" a un tratamiento estadístico, donde los elementos de un individuo quedan mezclados con los de todos los demás en una especie de trituradora ciega. Lo único que puede salir de ahí es una especie de "fotografía compuesta", algo que es fruto de esas matemáticas de las cuales, como ya señalamos, decía Einstein que en la medida en que son verdaderas no se refieren a la realidad. Nuestras hemerotecas están llenas de revistas con investigaciones cuyos resultados son contradictorios por haber sido realizadas siguiendo esos procedimientos.
En consecuencia, para llegar a la identificación de una estructura humana (psíquica o social) más o menos generalizable, debemos localizar primero esa estructura en individuos o situaciones particulares mediante el estudio y la captación de lo que es esencial o universal, lo cual es signo de lo necesario. Lo universal no es aquello que se repite muchas veces, sino lo que pertenece al ser en que se halla por esencia y necesariamente. La captación de esa esencia depende más de la agudeza intelectual que del uso de técnicas.
Tanto Aristóteles como el mismo Bacon entendían por inducción, no tanto la inferencia de leyes universales a partir de la observación de muchos casos particulares, sino un método mediante el cual llegamos a un punto en el que podemos intuir o percibir la esencia, la forma, o la verdadera naturaleza de las cosas, que encierra lo universal.

EL PROBLEMA DE LA GENERALIZACION:

¿Cómo se puede generalizar partiendo del estudio de un solo caso o situación? La generalización es posible porque lo general sólo se da en lo particular. No se trata de estudios de casos, sino de estudios en casos o situaciones. Shakespeare, por ejemplo, elabora un retrato de Lady Macbeth que no se refiere únicamente a una noble dama escocesa particular que vivió en el siglo XI, sino que es una admirable imagen universal de la ambición y sus estragos. Igualmente, Piaget, estudiando a fondo a sus propias hijas, estructuró leyes de validez universal que han sido consideradas entre los aportes más significativos de la psicología del siglo XX.
Hoy en día se usan, además, dos conceptos técnicos que podrían ayudar a aclarar aún más el problema de la generalización: la hipótesis ergódica y la generalización holográfica.
La hipótesis ergódica postula que los mismos resultados pueden obtenerse lanzando un determinado número de monedas simultáneamente o una sola moneda ese mismo número de veces; o, también, que muchos observadores estáticos entorno, por ejemplo, a una mesa, tendrían la misma percepción de ella que la que tendría un solo observador que se mueva alrededor de la misma. Aunque esta hipótesis explicativa es usada por algunos autores con plena aceptación (Devereux,1989), su lógica interna colide con los postulados básicos del paradigma pospositivista y del enfoque etnográfico que aquí seguimos, ya que la conceptualización que hace el sujeto es mucho más compleja que un mero "punto de vista". Por ello, no la consideramos útil.
La generalización holográfica, en cambio, tiene las características de una ayuda promisoria.
El principio holográfico fue descubierto por Dennis Gabor en 1947, galardonado con el Premio Nobel de Física en 1971. Sin embargo, su aplicación sólo se obtuvo con la aparición del rayo láser en la década de los años sesenta. Como las ondas producidas por dos piedras lanzadas en un estanque de agua, chocan, interactúan y se contrarrestan en el punto de encuentro, así dos rayos láser que se encuentran producen un patrón de interferencia, que puede ser grabado en una placa fotográfica.
Los principios holográficos abren impresionantes alternativas al criterio convencional de la relación entre las partes y el todo. En la técnica holográfica se divide un rayo láser a través de espejos y se obliga a interactuar con el objeto fotografiado, grabando la pauta de interferencia resultante en una placa fotográfica. Así, se pueden grabar varios centenares de imágenes en el fragmento de película que ocuparía una sola fotografía convencional y, de tal modo, que cada fragmento que contenga la pauta de difracción completa, contiene también la información de la totalidad. De esta forma, si se rompe el holograma, con cada uno de sus pedazos se puede reproducir la imagen completa.
Éste no es un hecho tan novedoso, pues es muy conocido en biología (seres vivos que se reproducen por partes o fragmentos de uno anterior) y es análogo al que acontece también con algunos órganos humanos como, por ejemplo, el hígado, en el cual, al ser mutilado hasta en un 80%, la parte restante, que conserva la información de la estructura del todo, siente la mutilación y activa un proceso de autorregeneración que, en corto tiempo, reproduce la totalidad.
También vemos este fenómeno en todas las plantas que se reproducen "por estacas", es decir, por partes de una rama. Esto indica que en la parte, la estaca, se encuentra, de alguna forma, el todo.
El método de historias de vida es, en cierto modo, una aplicación de esta idea, y siempre se distinguió por el concepto central de que es posible estudiar a una comunidad completa a través del conocimiento profundo de algunos de sus miembros (véase Moreno, A., en Martínez, M., 1989, cap.13).
Aunque la generalización holográfica se basa en una analogía (ya que es algo así como la onda radioeléctrica o televisiva, que se puede modular para llevar información auditiva o visual), es muy lógico pensar que el grado de transferibilidad de una situación a otra es una función directa de la similitud que haya entre ambos contextos. Por ello, el esfuerzo mayor del investigador debe dirigirse hacia la identificación del patrón estructural que caracteriza a su objeto de estudio. En cambio, no es él quien debe estudiar el grado de similitud de su contexto con otros contextos o situaciones a los cuales puedan transferirse o aplicarse los resultados de su investigación. Esa es tarea de quien vaya a hacer la transferencia o aplicación.
Por otra parte, es necesario tener muy en cuenta que una estructura individual o universal nunca podrá ser inducida del estudio de elementos aislados en muchas personas, del mismo modo que no podemos conocer la fisonomía típica de una determinada raza humana estudiando de manera separada los ojos, la boca, la nariz, etc., sin ver nunca su red de relaciones en conjunto. Por ese camino ni siquiera reconoceríamos a nuestro mejor amigo. Es precisamente esa "red de relaciones" la que hace que un rostro o una raza sean diferentes de los demás.
Veamos un par de ejemplos sencillos para aclarar aún más este punto, que consideramos de una importancia capital: si el investigador quisiera conocer el promedio del tamaño de la mano humana en una determinada población, o la relación que hay entre el tamaño de la mano y la longitud del pie, debería buscar una muestra aleatoria o representativa de esa
población. Si, en cambio, lo que desea es conocer la estructura y organización dinámica de la mano humana (sus nervios, músculos, venas, huesos, tendones, etc., y su función), deberá escoger una o varias personas más representativas (que no tengan nada que las haga ver atípicas) y estudiar de manera profunda cada caso. Asimismo, si se desea conocer, por ejemplo, los factores que más se repiten en el fenómeno del "rechazo escolar" que sienten muchos niños en edad preescolar, habrá que estudiar una muestra representativa de la población de que se trate; si, por el contrario, se desea saber la estructura interna, patrón estructural o el sistema dinámico, en la personalidad del niño, que origina lo que llamamos rechazo escolar, será necesario estudiar a fondo unos cuantos casos típicos; de un estudio como éste se podrá tal vez concluir (como le sucedió hace poco al autor de esta obra) que los factores son sumamente variados en cada caso y pueden crear desconcierto, sobre todo en los estudios superficiales, pero la estructura interna en que intervienen es básicamente la misma.
Todo esto deberá tenerse muy en cuenta a la hora de establecer los objetivos y, sobre todo, al elegir las estrategias metodológicas para alcanzarlos.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA QUE SE VA A INVESTIGAR:

Un investigador etnográfico experto se sentiría incómodo, y hasta ofendido, si le fijaran el problema específico que debe investigar, así como si le señalaran las técnicas que debe utilizar en el estudio. Ambas cosas, en una investigación etnográfica auténtica, deben emerger de la dinámica exploratoria que va realizando el investigador. Impuestas desde afuera y a priori pudieran, incluso, no tener sentido. Toda investigación está buscando algo desconocido, y no se puede señalar un camino seguro y cierto para ir hacia un punto que todavía se desconoce.
Esta situación es análoga a la que vive el médico: el paciente le manifiesta el malestar que siente, algunos síntomas y su deseo de curar (objetivo por lograr), pero es el médico quien debe descubrir la enfermedad (dónde está el problema) y, sobre todo, qué medicamentos prescribir y cómo superarla (solución del problema).
Los etnógrafos, como los antropólogos, se sienten altamente estimulados cuando se comprometen en un nuevo estudio de campo guiados únicamente por una "idea general" de las áreas problemáticas que se presentan como interesantes. Uno de los aspectos más satisfactorios del enfoque etnográfico es precisamente el sentirse libre para poder descubrir un
problema retador, antes que sentirse obligado a investigar un problema predeterminado que pudiera existir, de hecho, sólo en la mente del investigador.
Los problemas más intrigantes para los etnógrafos son precisamente los que ellos mismos identifican. Pero esto exige ciertas condiciones: el descubrimiento de un problema importante puede requerir cierto tiempo y que se haya acumulado bastante información; que se adopten nuevas perspectivas o se cambie de enfoque; que se varíen las hipótesis interpretativas de lo que se va encontrando y no percibir la "justificación" de la investigación como el único fin de un científico; por todo ello, hay que reconocer que la investigación etnográfica implica cierto riesgo, y que, sobre todo, más que dirigida hacia la verificación de hipótesis o intuiciones, está orientada hacia el descubrimiento de nuevas hipótesis y teorías.

IMPLICACIONES DEL ENFOQUE ETNOGRAFICO:

El enfoque etnográfico está muy bien respaldado epistemológicamente y metodológicamente por las ideas expuestas en los capítulos anteriores; pero todo ello tiene implicaciones que deben ser aclaradas para obtener buenos resultados con él.
En cuanto al descubrimiento de problemas importantes, cuyo estudio y clarificación contribuya al mejoramiento y progreso del área estudiada, conviene señalar que siempre hay más fenómenos significativos e interesantes para estudiar que los que pueden atenderse con el tiempo y los recursos de que disponen los investigadores. Por ello, no hay razón alguna para incomodarse con un tema desagradable. Por el contrario, conviene ser prácticos escogiendo aquel que parezca razonable por su tamaño y complejidad, de modo que sea realizable dentro del tiempo y los recursos disponibles.
Debido precisamente a que el tiempo, los fondos y el personal son limitados, muchos investigadores tienen que tomar decisiones difíciles en cuanto al área en que deben concentrar sus recursos. La decisión estratégica de focalizar un aspecto o una situación particular,
frecuentemente implica la desatención, necesaria, de otras áreas importantes. Así mismo, el estrechar el foco de un problema para lograr mayor profundidad de análisis (fenómeno natural en el proceso de identificación del problema por estudiar), siempre llevará consigo el sacrificio de aspectos colaterales que pudieran ser también de gran interés.
Por otra parte, siempre será muy tentador para un verdadero investigador, y más para un equipo de investigadores, el tratar de observarlo todo. En la investigación educacional, por ejemplo, una vez introducidos en ella, siempre aparecen cosas nuevas que desafían nuestra atención e interés: fenómenos fascinantes e insospechados que afectan el comportamiento de los estudiantes, factores ocultos que inciden en el rendimiento, actitudes de los docentes que inhiben el desarrollo normal del juicio crítico y de la creatividad de los alumnos, desinterés de los padres que explica lo que de otra forma es inexplicable, etcétera.
La ventaja que tiene la investigación etnográfica es la flexibilidad y apertura que le otorga su orientación naturalista y fenomenológica. Por ello, su estudio de campo se caracteriza por sus descubrimientos fortuitos, ante los cuales se usa la famosa técnica del antiguo cuento persa de Los tres príncipes de Serendip, que, en síntesis, aplica el sabio postulado metodológico: "si estás buscando una cosa y encuentras otra mejor, deja la primera y sigue la segunda". Pero es difícil encontrar cosas nuevas, aunque a veces estén a la vista, cuando todas nuestras facultades mentales están absorbidas y guiadas en su actividad por una hipótesis o problema preconcebidos. "El mundo - de acuerdo con Sherlock Holmes - está lleno de cosas obvias que nadie nunca verá".
En conclusión, aun cuando partamos de un problema y acariciemos una hipótesis, en la verdadera investigación etnográfica éstos deben quedar relegados a un segundo lugar para dejar que la realidad que investigamos nos hable más por sí misma y no la distorcionemos con nuestras ideas, juicios, hipótesis y teorías previas.
Las otras etapas del diseño de investigación se exponen detalladamente en los capítulos siguientes. Por ello, al hablar del diseño general del proceso de investigación, bastaría resumir las ideas centrales de cada una de estas etapas para dar una visión general del proceso en su conjunto. Pueden ayudar también, en este trabajo, las síntesis que se exponen en el capítulo final, al hablar de la evaluación de la investigación.

4.- RECOLECCION Y DESCRIPCION DE LA INFORMACION: (Trabajo de Campo).

"No existe un método científico como tal (...) el rasgo distintivo más fértil de proceder del científico ha sido el utilizar su mente de la mejor forma posible y sin freno alguno".

BRIDGMAN (Premio Nobel de Física).



CRITERIOS GENERALES:

El trabajo de campo de la investigación etnográfica camina guiado por algunos criterios que conviene poner de relieve, ya que lo distinguen notablemente de otras clases de investigación.
1.- El primero se refiere al lugar donde el etnográfico debe ir a buscar la información o los "datos" que necesita. El criterio básico para este punto es de carácter general, pero como no siempre resulta evidente, es necesario destacarlo: la información hay que buscarla donde está. Como muchas veces esto altera los planes metodológicos preestablecidos, habrá que tomar conciencia de que primero está la fidelidad a la información que a los planes por seguir. En esta línea de trabajo, es fácil comprender que el etnógrafo a menudo tiene que tomar decisiones en cuanto adónde ir, qué datos recoger, con quién hablar, etc. Al contrario de lo que ocurre en las investigaciones con diseños estructurados, aquí la información que se acumula y las estructuras emergentes se usan para reorientar el enfoque, y la recolección de nueva información; es decir, que las conjeturas iniciales se van conviertiendo en hipótesis firmes; estas hipótesis comienzan, luego, a ser el centro de la búsqueda de nueva información, estrechando el foco de interés y reorientando las hipótesis.
De esta forma, se van perfilando posibles estructuras explicativas y conclusiones teóricas. Como al mismo tiempo se buscan y contrastan sistemáticamente los casos negativos (situaciones y fenómenos que parecen contradecir u oponerse a las hipótesis y conclusiones), las estructuras teóricas emergentes no sólo son generadas en el campo, sino que también son "verificadas" (Williamson, 1982). Todo esto no anula la sistematicidad de la investigación; al revés, exige un orden sistemático sumamente fiel a la realidad que emerge del proceso de investigación.
2.- El segundo criterio advierte que la observación no debe deformar, distorcionar o perturbar la verdadera realidad del fenómeno que se estudia. Tampoco debe descontextualizar los datos aislándolos de su contorno natural. Todo esto exige que la información sea recogida en la forma más compleja posible (detalles, matices y aspectos peculiares sobre lenguaje, vestidos, costumbres, rutinas, etc.) y que el estudio sea orientado ecológicamente, en el sentido en que Barker (1968) entiende este término. Por esto, los etnógrafos no definen sus variables a priori ni muchos menos se limitan a variables preconcebidas, como hacen los investigadores experimentales, sino que adoptan como estilo un cierta ingenuidad que les permita ver cada aspecto del fenómeno como si fuera nuevo y no familiar y, por tanto, potencialmente significativo. De hecho, los datos menos comprensibles resultan luego ser los más significativos.
Además, el hecho de que el investigador etnográfico no entra en el estudio de campo con un problema completamente planteado o formuado, o con un grupo explícito de hipótesis por verificar, lo pone en la situación de no saber qué datos serán al fin de cuentas importantes y cuáles no lo serán.
3.- Como tercer criterio se establece que es sumamente conveniente que los procedimientos utilizados permitan realizar las observaciones repetidas veces. Para ello habrá que tratar de grabar las entrevistas, filmar las escenas (si es posible), tomar fotografías, hacer anotaciones pormenorizadas de las circunstancias y situaciones, conservar todos los documentos y hacer, incluso, varias copias de los principales, etcétera.
4.- En cuarto lugar, conviene señalar que, aunque la investigación etnográfica usa muchos tipos de información, la que más busca es aquella que mayor relación tenga y más ayude a descubrir las estructuras significativas que dan razón de la conducta de los sujetos en estudio.
Entre esos tipos de información destacan:
* el contenido y la forma de la interacción verbal de los sujetos;
* el contenido y la forma de la interacción verbal con el investigador en diferentes situaciones y en diferentes tiempos;
* la conducta no verbal; gestos, posturas, mímica, etcétera;
* los patrones de acción y no acción: valores, costumbres y rutinas que generan su comportamiento o pasividad;
* los registros, archivos, documentos, artefactos y todo tipo de rastros y huellas.
5.- Un quinto criterio de acción está relacionado con el número de personas que llevan a cabo la investigación: preferiblemente, la investigación etnográfica debería ser obra de una sola persona, aun cuando haya otras que ayudan o colaboran en la misma, ya que se trata de un único proceso mental. La persona que va a analizar el material y escribir el informe final, debería también realizar ella misma la mayor parte de las entrevistas y de la observación y haber ido delineando poco a poco, desde el principio, las unidades de análisis en que se divide la totalidad del fenómeno observado; de lo contrario, perderá muchos hilos significativos de la red estructural de la realidad.
6.- En sexto lugar, es necesario distinguir o contrastar la modalidad de cómo otros investigadores recaban los datos sobre un tema particular, es decir, a través de instrumentos especialmente diseñados para sus fines, y cómo lo hace el etnógrafo en su propio campo, por lo general sumergiéndose en el medio que quiere compretender, de tal manera que su
trabajo de campo podría definirse, brevemente, como la tarea de "vivir su propia vida dentro de otra cultura" (Wolcott,1975,pág.121).
7.- Otro aspecto de máxima relevancia es el siguiente: las tres tareas básicas de recabar datos, categorizarlos e interpretarlos no se realizan en tiempos sucesivos, sino que se entrelazan continuamente. Es decir, que nuestra mente no respeta una secuencia temporal de estas actividades. En efecto, el método básico de toda ciencia es la observación de los datos o hechos y la interpretación de su significado. Pero la observación y la interpretación son inseparables: resulta inconcebible que una se obtenga en total aislamiento de la otra. Toda ciencia trata de desarrollar técnicas especiales para efectuar observaciones sistemáticas y garantizar su interpretación. Sin embargo, existe una diferencia de grado: al principio de la investigación hay un predominio de la recolección de información sobre la categorización e interpretación; después, a medida que se acerca hacia el final, gradualmente, el balance cambia hacia la interpretación, con poca recolección de datos y categorización.
8.- Finalmente, conviene señalar otro criterio de apreciación, que viene a responder a una objeción frecuente: es un hecho que el observador interactúa con el medio observado y, así, afecta la realidad observada disminuyendo su apreciación "objetiva". Pero, ¿qué concepción tenemos sobre lo que constituye la objetividad científica? El investigador etnográfico no tiene miedo de ser parte de la situación que estudia, de que su presencia parezca contaminar los datos, ya que considera imposible recabar datos incontaminados; pero trata de tenerlo todo en cuenta, de evaluarlo todo, como el físico que tiene en cuenta la temperatura del termómetro que usa. El sabe que es uno de los actores de la escena; pero el modelo científico que sigue no es el de las ciencias naturales clásicas, sino el de la física moderna, que tiene en cuenta la relatividad general de Einstein y el principio de incertidumbre de Heisenberg, según los cuales el efecto perturbador de la observación sobre lo que es observado se integra en la investigación y en la teoría que de ella se genera.

ELECCION DE LA MUESTRA:

Este paso es de primerísima importancia, no por lo que representa en sí, sino por la filosofía de la ciencia y los supuestos que implica. De su correcta comprensión depende el significado de toda la investigación. La elección de la muestra dependerá de lo que pensamos hacer con ella y de lo que creemos que se puede hacer con ella. Generalmente, la ciencia busca leyes, conclusiones legaliformes o regularidades; es decir, conocimientos que sean universales o que se puedan generalizar a grupos de casos, personas, poblaciones o situaciones.
Usualmente, el buen investigador fija un grupo de criterios, parecidos o similares a los que acabamos de señalar, que le dan una imagen global del grupo que desea estudiar. Después busca el grupo o grupos que poseen esas características, para obtener acceso a él y comenzar el estudio.
La selección de la muestra en un estudio etnográfico requiere que el investigador especifique con precisión cuál es la población relevante o el fenómeno de investigación, usando criterios que pueden basarse en consideraciones teóricas o conceptuales, intereses personales, circunstancias situacionales u otras consideraciones. Normalmente, los fenómenos seleccionados incluyen personas, sus rasgos individuales o respuestas, eventos, documentos, artefactos u otros objetos, segmentos de tiempo, de lugares y de situaciones y, en general, la acumulación de distintas fuentes de datos que se corroboren y complementen mutuamente.
En el área educativa son muchos los fenómenos que pueden ser objeto de un buen estudio etnográfico: los procesos de enseñanza y aprendizaje, los objetivos intentados y las consecuencias no deseadas de esos mismos procesos; las relaciones padres-docentes-alumnos, el contexto sociocultural y lo que ha llegado a considerarse un "currículo oculto" por su influencia en el desarrollo, enseñanza y aprendizaje; la función manifiesta y la latente de las estructuras y procesos educacionales; los conflictos que se generan cuando los agentes socializadores se enfrentan a los cambios sociales rápidos, etc. El tipo de fenómeno seleccionado para el estudio determina también el énfasis de la muestra que se elegirá. En cualquier caso, la complejidad de los procesos educacionales revela claramente que es necesario ir más allá de la técnica de la preprueba-posprueba y que el enfoque etnográfico puede ser la vía de solución de muchos de sus problemas.
Los procedimientos de selección y muestreo pueden realzar inadvertidamente ciertas características que afectan los resultados del estudio o la comparabilidad de los resultados con los de otras situaciones, contextos y circunstancias. Para reducir este inconveniente o distorsión es necesario identificar y describir detalladamente las situaciones y contextos que acompañan el registro de los datos. Sólo así podrán después categorizarse, analizarse e interpretarse adecuadamente, sin descontextualizar su propia naturaleza.
Como la muestra estudiada incide decisivamente en los resultados que se obtendrán, es importante elegirla con sumo cuidado. Toda información será, después, interpretada en el marco de referencia o situación que la generó.
Los tipos de muestras son. básicamente, dos: la muestra estadística o probabilista y la muestra intencional o basada en criterios. Conviene señalar que toda muestra, también la estadística, es siempre intencional o se basa en criterios, aunque diferentes.
En la muestra estadística se extrae, de una población o universo bien definidos, un subgrupo, usando como criterio la condición de que todo miembro tenga exactamente la misma probabilidad de ser elegido. Del mismo modo, se procura que los estractos sociales y socieconómicos, la raza, el sexo y demás grupos naturales queden proporcionalmente respetados. Sin embargo, de acuerdo con el interés del investigador, la muestra puede ser
transversal, logitudinal, de cohorte, de panel, etcétera.
En la investigación etnográfica, la muestra estadística se considera inapropiada en los siguientes casos: cuando no han sido identicadas todavía las características de la población más amplia, cuando los grupos no están bien delimitados, cuando no se busca la generalización como objetivo importante, cuando las características por estudiar están distribuidas en forma desigual entre los grupos, cuando sólo algunas características de la población son relevantes para el problema en estudio, cuando el investigador no tiene acceso a toda la población.
En la muestra intencional se elige una serie de criterios que se consideran necesarios o muy convenientes para tener una unidad de análisis con las mayores ventajas para los fines que se persigue la investigación. Por ello, se suelen eliminar los casos atípicos o muy
peculiares y calibrar muy bien la influencia de todo lo que tiene carácter excepcional; sin embargo, se procura que la muestra represente lo mejor posible los subgrupos naturales, como se indicó para la muestra estadística, y que se complementen y equilibren recíprocamente. Es decir, se trata de buscar una muestra que sea comprehensiva y que, a su vez, tenga en cuenta los casos negativos o desviantes, pero haciendo énfasis en los casos más representativos y paradigmáticos y explotando a los informantes clave (personas con conocimientos especiales, estatus y buena capacidad de información). Un buen informante clave puede desempeñar un papel decisivo en una investigación: introduce al investigador ante los demás, le sugiere ideas y formas de relacionarse, le previene de los peligros, responde por él ante el grupo y, en resumen, le sirve de puente con la comunidad. En conclusión, el investigador tratará de imitar al buen fotógrafo, que busca los mejores ángulos para capturar la mayor riqueza de la realidad que tiene delante.
Por lo regular, este enfoque no tiene pretensiones de alta generalización de sus conclusiones, sino que, más bien, desea ofrecer resultados y sugerencias para instaurar cambios en una institución, en una empresa, en una escuela o en un grupo o comunidad particular; aunque, desde luego, al comparar varias investigaciones, se irá logrando un nivel más alto de generalizaciones.
La investigación etnográfica, fundándose en la filosofía de la ciencia adoptada y en su enfoque metodológico propio, utiliza usualmente muestras intencionales o basadas en criterios situacionales.

ENTRADA EN EL GRUPO DE ESTUDIO:

La etnografía parte del siguiente supuesto: lo que la gente dice y hace está influido consciente o inconscientemente por su situación social. El etnógrafo es, por consiguiente, muy sensible al modo en que se introduce en un ambiente y establece con cuidado el rol que le pueda facilitar el acopio de la información. Así como hay lugares y grupos donde el acceso es libre y la permanencia no ofrece dificultad alguna, otros son prácticamente casi impenetrables como , por ejemplo, los grupos del crimen organizado. Por todo ello, el investigador a veces tendrá que recurrir a estrategias muya variadas para lograr su fines: exponer sus motivos y objetivos, apoyarse en su profesionalidad, asegurar un pleno respeto a la confidencialidad y al secreto, obtener permiso de la autoridades de mayor jeraquía en las instituciones, recurrir a la ayuda de amigos, familiares o conocidos que tienen contacto con la organización, etc. En todo caso, antes de intentar hablar con la persona que nos puede "abrir la puerta", conviene imaginar sus posibles objeciones y tener listas las respuestas. Y si todo fracasa, no queda automáticamente descartada la posibilidad de entrar en la institución por "la puerta trasera".
Ya que el nivel de participación y compromiso que el etnógrafo acepte influirá el concepto de la gente hacia él, debe seguir con atención las reacciones ante su entrada oficial o no oficial en el seno de la comunidad o grupo que se va a estudiar. Como las primeras impresiones son muy importantes y, a veces, decisivas para el éxito o fracaso de la investigación, conviene extremar las precauciones en los primeros contactos y observaciones que se hagan: quizá la mejor política sea la honestidad, como también adoptar un rol pasivo, vestirse de manera normal o poco llamativa, evitar el actuar o hablar en formas extrañas, no hacer al principio entrevistas profundas, no convertirse en consejero o experto en nada y, más bien, hacer entender que uno está allí para aprender de ellos, para conocer cómo funciona esa institución.
Esto es válido tanto si la comunidad es una tribu primitiva como si se trata de una aula escolar. En cualquier caso, el investigador nunca se identificará con una parte o grupo de ese ambiente, sino que tratará de percibir cómo es visto por los miembros del grupo: lo que dicen cuando están a solas con él, lo que dicen a otros ante él y lo que dicen a sus espaldas. Esto le ayudará a buscar su rol. Es muy probable que los miembros del grupo o comunidad lleguen a simpatizar, confiar y valorar al investigador, a compartir con él pensamientos íntimos y a responder a sus diferentes preguntas. Sin embargo, la edad, el sexo, la raza y otras facetas de identidad personal pueden tener gran influencia en las reacciones de los informantes ante el investigador. De cualquier forma, todos estos logros son algo imposible para el investigador que tiene un contacto esporádico o superficial con la gente, que sólo aplica un cuestionario o hace una entrevista ocasional y trata la información con métodos cuantitativos.
Sin embargo, siempre habrá una pregunta en el aire que el etnógrafo debe saber contestar: qué decirle a las personas que son estudiadas sobre la naturaleza y fines de la investigación en curso, pues ésta es una pregunta que frecuentemente hacen. La respuesta puede variar mucho, dependiendo de cómo les puede afectar el hecho de conocer esos fines.
Algunos suelen ser muy sinceros en cuanto a propósitos. Otros prefieren dar respuestas más bien generales, especialmente cuando ello pudiera indisponerlos contra la investigación. Cualquiera que sea el tema que se está estudiando, en una institución educativa, por ejemplo, siempre se podrá responder (respuesta general) que se está estudiando el nivel de adaptación e interés de los alumnos por la escuela.
Otra solución al problema, igualmente plausible, es la de asumir el rol de aprendiz: decirles que se está estudiando cómo funciona una escuela, cómo desarrolla sus actividades, qué dificultades encuentra, etc., todo lo cual es cierto.

QUE PERSONAS OBSERVAR O ENTREVISTAR:

A todos nos consta que diferentes personas en diversas posiciones refieren como "los hechos" su versión sobre la misma realidad, y que también varían esa misma información cuando hablan con personas diferentes. Más aún, la misma información puede cambiar continuamente cuando se cambia de grupo informante, y varios documentos sobre el mismo tema pueden llegar a ser contradictorios.
La credibilidad de la información varía mucho: los informantes pueden mentir, omitir datos relevantes o tener una visión distorcionada de las cosas. Será necesario contrastarla, corroborarla o cruzarla con la de otros, recogerla en tiempos diferentes, usar técnicas de triangulación (combinación de diferentes métodos y fuentes de datos), etc.; conviene, por tanto, que la muestra de informantes represente en la mejor forma posible los grupos, orientaciones o posiciones de la población estudiada, como estrategia para corregir distorciones perceptivas y prejuicios y porque toda realidad humana es poliédrica, tiene muchas caras.
La habilidad para identificar cómo un determinado grupo percibe los eventos, comparándolos con las percepciones de otros grupos y construyendo una imagen más amplia desde el punto de vista de un observador externo, es uno de los puntos fuertes de la investigación cualitativa y etnográfica y la mejor forma de superar la subjetividad. La sutileza, complejidad e interrelación entre varios puntos de vista y eventos no se puede registrar mediante cuestionarios u otras formas de investigación meramente cuantitativa.
Esta selección de los informantes plantea un problema que es necesario resolver con táctica y aplomo. Para ello, es indispensable tener muy claro el fin que se persigue: no es lo mismo, por ejemplo, determinar cuál es la imagen que tiene el gobierno entre los miembros de una población particular, que averiguar el nivel de eficiencia de ese mismo gobierno. En el primer caso escogeríamos una muestra amplia y representativa de esa misma población y sondearíamos la opinión mediante un cuestionario bien elaborado y probado; en el segundo, en cambio, deberemos tener en cuenta que la verdad no coincide democráticamente con la opinión de la mayoría, sino que se alcanza - y aun así sólo de manera parcial y aproximada - a través del juicio de personas capaces, calificadas y expertas en la materia. Debido a ello, será necesario estudiar a fondo la opinión de estas personas. Por desgracia, en muchas invetigaciones a menudo se confunden estas cosas: parecería que lo que se busca es una técnica que nos ahorre el tener que pensar, lo cual nunca dejará de ser una ilusión.
Por todo ello, cabe preguntar: ¿cuántos grupos y qué miembros de los mismos deben elegirse para obtener información?, ¿hasta qué punto hay que sondear en un grupo o una persona particular?, ¿cuándo, dónde y en qué circunstancias hay que estudiarlos? Estas preguntas no tienen respuestas directa y general. Dependerá de cada investigación, y la decisión sabia e ingeligente debe darla el investigador después de ponderarlo todo. A modo de ejemplo ilustrativo, veamos cómo se plantearía el caso en el área de una investigación educacional en la cual se tratara de estudiar un bajo rendimiento académico generalizado. Análogamente, y salvando las diferencias, el procedimiento sería similar en una empresa, una fábrica, un hospital, una cárcel o una institución, poco eficientes.
En el campo educativo, los posibles grupos por estudiar serían: los estudiantes, los docentes, el personal directivo, los padres de los alumnos, el personal auxiliar y el contexto sociocultural de la comunidad en que está ubicada la institución. Cada uno de estos grupos, dependiendo del tema que se quiera esclarecer, ilustraría una faceta o cara de la misma realidad. Su importancia dependería de la cercanía y participación que tenga en ella.
Después de varias visitas a la institución para exponer sus intenciones, hacer los arreglos formales con los responsables de la misma y formarse una idea general de su estructura, funcionamiento y mayores áreas de interés, el investigador abordaría el estudio de los grupos que se señalan a continuación.

Los estudiantes:

Los estudiantes rara vez entienden bien el rol de un investigador, especialmente sin son de cursos inferiores. Con frecuencia lo confunden con un curioso o un ladrón, lo consideran "un tipo raro" y no pocas veces, un distribuidor de drogas. Es muy probable que a los pocos días ya le hayan puesto un sobrenombre. Sin embargo, para cualquier tema que se aborde, los estudiantes son una fuente muy rica de información. Para todo tienen datos y observaciones que aportar.
Si bien es cierto que los estudiantes son los primeros que advierten la presencia de una persona extraña, también lo es que rápidamente se acostumbran a ella, aun cuando la observación requiera sentarse al fondo de un salón de clases. Al poco tiempo actúan como si el investigador no estuviera allí: al parecer, su "visibilidad" decrece en muy pocas sesiones.
Evidentemente, un buen investigador etnográfico debe tratar de registrar todo tipo de conductas de los alumnos: su comportamiento en las aulas y fuera de ellas: vocabulario y jerga, atención e interés en las clases, realización de pruebas y exámenes, evasión de clases, juego, peleas, tráfico de drogas, etc. Todo puede ser de gran importancia en el momento de comprender o interpretar la realidad educativa.
Si el tema lo requiere, será muy útil hacer uso de la técnica del sociograma. Los sociogramas son una técnica breve, sencilla y eficiente (hay varios tipos) para el estudio de la estructura y dinámica interna de un pequeño grupo, como un aula, y utiliza preguntas simples pidiendo a los miembros del grupo que elijan de uno a tres compañeros para un determinado propósito.
Si se trata de niños pequeños y es necesario para el tema que se va a investigar, es conveniente pedir el consentimiento de los padres para poder entrevistarlos en profundidad. Esto se puede hacer a través de una circular aclaratoria firmada también por el director del plantel.

Los docentes:

Entre todos lo grupos de una institución educativa, quizá los docentes constituyan el grupo más importante y decisivo a la hora de recabar información. Sin embargo, no siempre es fácil lograr la información requerida, especialmente cuando el tema que se va a estudiar se relaciona con su eficiencia docente, área que invariablemente temen, aunque ése no sea el caso; pero no será fácil convencerlos de ello. En general, los docentes "detestan" los cuestionarios, pero acceden de buen agrado cuando se les invita a "conversar" sobre un tema determinado.
El director de la institución podrá dar una buena ayuda recomendando los docentes más disponibles y colaboradores. No obstante, siempre habrá que negociar un poco la colaboración de cada profesor en particular y el acceso a sus clases: hay docentes extremadamente "defensivos" o "difíciles", otros temen que se evalúe su eficiencia y esto traiga consecuencias de tipo administrativo; otros se sienten incómodos con la presencia de alguien en sus clases; algunos no creen en investigaciones "científicas" de su actuación, etc. Por todo ello, se necesita tacto y delicadeza para ganárselos para la causa propia, empatía para entender sus reservas, y generosidad en ofrecerles algo que necesiten o les ayude en sus tareas, como puede ser algún material audiovisual oportuno o un invitado para tratar cierto tema especial. No está mal preguntarles sin ambages: ¿qué podría yo ofrecerle a cambio del favor que me hace?.
Nunca es conveniente sorprender al profesor con nuestra actuación. Es preferible preguntar en cada caso: ¿puedo observar hoy su clase?, ¿tendría algún inconveniente en que mañana fuera a su clase? En última instancia, nos están haciendo un favor que debemos agradecer. En todo caso, al elegir a los docentes que van a ser visitados o entrevistados, debe cuidarse el equilibrio: que no sean de un solo sexo, ni lo mejores o los peores, etcétera.
Otros aspectos de máxima relevancia es el carácter confidencial y el anonimato de todo lo observado. Los profesores, e igualmente los demás informantes, deben estar convencidos de que toda información allí recogida será usada para los fines exclusivos de la investigación en curso y que de ninguna manera los afectará negativamente. En muchos casos, especialmente cuando la investigación se centra en la evaluación de sectores ajenos a su responsabilidad, los docentes suelen "aprovechar la ocasión" para manifestar sus opiniones o descontento y señalar personas, sectores o aspectos como causales de las deficiencias.
El investigador tiene, además, a su disposición muchas otras posibilidades más informales de observar a los profesores en su actuación general: en el trato con otros docentes, en reuniones especiales, fuera o después de las clases, en una cafetería, etc. Todo ello puede enriquecer notablemente el cuerpo de información que se va acumulando.

El personal directivo:

Si la investigación tiene por finalidad averiguar la marcha y nivel de eficiencia de una institución educativa, es muy natural que el diálogo con los directivos cobre una importancia especial, aunque no se realice sólo con ellos.
También aquí puede uno encontrarse con personas muy abiertas y deseosas de que una investigación seria les ayude a corregir defectos y superar fallas; pero no son raros los directivos (directores, coordinadores de sectores, jefes de áreas especiales, administradores, etc.) que se resienten enormemente cuando alguien extraño y con apariencia de "juez" se "inmiscuye" en sus labores y puede crearle problemas. Por ello, es necesario hacerles ver todas las ventajas y aspectos positivos que se derivarán de la investigación. Un modo de ganar confianza es haciéndoles aparecer como los promotores y hasta los ideadores de la investigación.
Esto sería muy benéfico para la investigación.
Los directivos, cada uno en su área de responsabilidad, tienen la ventaja adicional de poder advertir al investigador cuándo va a suceder o darse una oportunidad interesante o especial, señalándole no sólo lo que va a acontecer, sino también aquello en lo que pudiera estar más interesado.
Son ocasiones especialmente propicias, por ejemplo, las reuniones de grupos de directivos (coordinadores, jefes de sección, etc.) donde se plantea y analizan aspectos, limitaciones, fallas, planes y sugerencias como posibles correctivos. Igualmente, los directivos pueden darle permiso al investigador para consultar archivos y documentos (oficiales y privados) importantes para los fines de la investigación.

Los padres de los alumnos:

El poder conocer de cerca el hogar y el clima familiar de los estudiantes ayudará en la comprensión de muchos aspectos de su conducta, difíciles de entender de otra manera.
La estructura familiar, los valores que comparten, los problemas económicos, etc., dan una faceta nueva o diferente a las rutinas de la escuela.
Los padres raramente suelen ir a las instituciones educativas, a no ser cuando son citados por una razón en especial, o para participar en alguna de las pocas reuniones que suelen realizarse. Por ello, el investigador debe aprovechar las ocasiones que se le presentan en la escuela y, cuando no, solicitar ser recibido en las familias cuya información estima necesaria. Este contacto es indispensable sobre todo cuando los alumnos son muy pequeños, como por ejemplo, al hacer estudios sobre problemas preescolares.
De especial interés sería su presencia en las posibles reuniones de padres y docentes, donde se suelen ventilar siempre aspectos conflictivos de toda marcha de un plantel educativo.

El personal auxiliar:

Una información, a veces sumamente valiosa, es la que pueden ofrecer otras personas ligadas de una u otra forma a la institución educacional.
Todo investigador etnográfico sabe, por ejemplo, que las secretarias de las escuales guardan pocos secretos y que por lo general son excelentes informantes. A veces, hay secretarias que llevan muchos años en el mismo lugar y conocen, como decía una de ellas, "a cada padre y a cada alumno".
Frecuentemente, están enteradas de la situación socioeconómica, problemas familiares, divorcios, escándalos etc. Con delicadeza y prudencia, por consiguiente, podrá el investigador llegar a saber cuántos alumnos están en una situación u otra y cómo su rendimiento escolar puede tener explicación por vías insospechadas.
También son extremadamente útiles como informantes las trabajadoras sociales que hacen de puente entre la institución y la familia. Otro tanto pueden hacer los vigilantes permanentes en la escuela, el personal de limpieza, el que atiende la cafetería, etcétera.

El contexto sociocultural de la comunidad:

El estudio etnográfico no puede restringirse a lo que sucede en la institución educativa o en el salón, ya que la educación formal está muy relacionada con el contexto económico, social, cultural e histórico de la comunidad local, regional o nacional. Es necesario, por tanto, ubicar e interpretar cada cosa en su contexto.
Un texto de Ogbu (1981) nos ilustra claramente acerca de la importancia de este punto:
"Un etnógrafo de una comunidad estadounidense aprende rápidamente cuál es el papel que desempeña la educación (...) La gente no atiende a las escuelas para educarse, ni para satisfacer su curiosidad, ni para lograr un mejoramiento personal. La gente va a la escuela para aprender ciertos oficios, para adquirir como adultos el estatus social como lo entiende la sociedad (...) El etnógrafo descubre que aquellas personas que tienen más educación logran también los empleos y puestos preferidos (...) y que los que terminaron la secundaria ganan más dinero que aquellos de la misma edad y sexo que tienen sólo primaria (...) Todas estas ideas se comunican a los niños y se refuerzan después en gran variedad de maneras".
Un estudio del entorno sociocultural de la comunidad local (su jerarquía de valores, ideología, intereses, nivel cultural, áreas profesionales, etc.) pondrá un fondo iluminador e interpretativo que aclarará muchas cosas que, sin él, resultarían indescifrables.

PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS:

Si nuestros procedimientos metodológicos deben orientarse hacia el descubrimiento de las estructuras personales o grupales, es necesario tener muy presentes las formas en que se revelan o expresan dichas extructuras. Las técnicas más usadas se centran ordinariamente en el lenguaje hablado o escrito; pero el lenguaje sirve tanto para revelar lo que pensamos y sentimos como para ocultarlo. Existe, sin embargo, un "lenguaje natural" más universal: el lenguaje no verbal, que es un lenguaje de signos expresivos, como el que se manifiesta a través de los ojos, la mímica, la expresión facial, los movimientos, gestos y posiciones del cuerpo y de sus miembros, el acento, el timbre y el tono de la voz, etc., que depende del sistema nervioso autónomo, es involuntario y casi siempre incosciente, y contribuye de manera muy eficaz a precisar el verdadero sentido de las palabras, reforzándolo o, quizá, desmintiéndolo.
El investigador etnográfico está muy de acuerdo con la famosa afirmación de Protágoras: "El hombre es la medida de todas las cosas". En efecto, como ya señalamos, el hombre crea, evalúa y arregla los mismos instrumentos que utiliza, y debe juzgar su buen o mal funcionamiento y la credibilidad de sus datos. En el caso de las investigaciones cualitativas y etnográficas, sin despreciar la ayuda que pueden ofrecerle muchos buenos intrumentos, el observador a menudo se convierte en su principal instrumento.
Sin embargo, se pueden señalar cuáles son los instrumentos y técnicas usados con mayor frecuencia por los etnógrafos:
* la observación participativa y notas de campo;
* la entrevista con informadores clave;
* las grabaciones sonoras, el video y la fotografía;
* el análisis de documentos y artefactos;
* los cuestionarios abiertos;
* las escalas individualizadas y de rangos;
* las planillas de observación;
* las técnicas de diferencial semántico;
* las técnicas proyectivas.
Ilustraremos brevemente las dos primeras técnicas, que son los soportes fundamentales del trabajo de campo etnográfico.

La observación participativa:

Ésta es la técnica clásica primaria y más usada por los etnógrafos para adquirir información. Para ello, el investigador vive lo más que puede con las personas o grupos que desea investigar, compartiendo sus usos, costumbres, estilo y modalidades de vida. Para lograr esto, el investigador debe ser aceptado por esas personas, y sólo lo será en la medida en que sea percibido como "una buena persona", franca, honesta, inofensiva y digna de confianza. Al participar en sus actividades corrientes y cotidianas, va tomando notas de campo pormenorizadas en el lugar de los hechos o tan pronto como le sea posible. Después, estas notas se revisan periódicamente con el fin de completarlas (en caso de que no lo estén y, también, para reorientar la observación e investigación.
Ya que la mayoría de los acontecimientos son expresados o definidos con estructuras lingüisticas particulares, es decisivo que el etnógrafo se familiarice con las variaciones del lenguaje y del argot o jerga usados por los participantes, sobre todo cuando éstos son jóvenes. Además, es importante recoger las historias, anécdotas y mitos que constituyen el trasfondo cultural ideológico que da sentido y valor a sus cosas, ya que determinan lo que es importante o no importante, cómo las personas se ven unas a otras y cómo evalúan su participación en los grupos y programas.
¿Qué es, concretamente, lo que el etnógrafo debe hacer al compartir y sumergirse en una observación participativa? Podríamos sintetizar su actividad con el siguiente esquema: el investigador etnográfico debe tratar de responder a las preguntas de quién, qué, dónde, cuándo, cómo y por qué alguien hizo algo; es decir, se consideran importantes los detalles. Este conjunto de interrogantes centran su actividad en la ubicación de los datos más significativos, que le servirán después para la interpretación adecuada de los hechos o acontecimientos. También es importante que las expresiones más valiosas típicas sean recogidas
literalmente, para citarlas después entre comillas como testimonio de las realidades observadas.
Además de recabar los datos de la vida diaria, el etnógrafo debe prestar un cuidado esmerado a los eventos especiales, que serán diferentes de acuerdo con la naturaleza del grupo en estudio una boda, un rito religioso, un juicio, una graduación, un torneo, un campeonato, una fiesta, un funeral, etc. El análisis de estos acontecimientos manifiesta o revela la estructura o patrón socio cultural de un sistema más amplio del cual forma parte, ya que los eventos especiales se pueden considerar como imágenes que reflejan las estructuras de los grupos, cómo continúan existiendo y por qué perpetúan su existencia. También merecen una atención particular los incidentes clave (riñas, peleas, etc.) debido a su capacidad informativa.
Como las anotaciones de campo nunca pueden ser muy pormenorizadas, sino más bien abreviadas y esquemáticas, conviene detallarlas o ampliarlas en el mismo día o al día siguiente; de lo contrario, perderán su capacidad de información. Un modo práctico de hacerlo con rapidez consiste en grabar en una cinta un amplio comentario, bien pensado, de las anotaciones que se hicieron. Estas anotaciones concretas y situacionales serán, además, un testimonio real de la honestidad y objetividad de la investigación.
Este amplio comentario debe tratar de reflejar lo que el observador vio, oyó y sintió en "el campo". Este trabajo es fácil de realizar si el observador prestó suma atención a lo que observaba, anotó palabras clave y acentos especiales, revivió las escenas vistas, dibujó diagramas de los eventos, ubicó los hechos y las escenas en los diagramas y no deja pasar mucho tiempo entre la observación y la grabación.
Puede ser que durante la recolección de la información, el etnógrafo, sumergido en esa vivencia intensa y contextual, tenga intuiciones valiosas - interpretativas o teóricas - sobre la realidad que vive.
Evidentemente, en estos casos, deberá anotarlas y describirlas en sus rasgos esenciales, pues ello puede anticipar el proceso teórico y facilitar su elaboración y redacción posterior, al mismo tiempo que puede hacer avanzar mucho la investigación, al canalizar mejor todas las actividades. Estas anotaciones, "memos", se escriben al margen o a continuación del sector respectivo.

La entrevista como instrumento de investigación:

La entrevista, en la investigación etnográfica, es un instrumento técnico que tiene gran sintonía epistemológica con este enfoque y también con su teoría metodológica. Esta entrevista adopta la forma de un diálogo coloquial o entrevista semiestructurada, complementada posiblemente con algunas otras técnicas escogidas entre las señaladas y de acuerdo con la naturaleza específica y peculiar de la investigación que se va a realizar. Por esto, es conveniente justificar e ilustrar esta técnica con mayor detalle.
La gran relevancia, las posibilidades y la significación del diálogo como método de conocimiento de los seres humanos, estriba, sobre todo, en la naturaleza y calidad del proceso en que se apoya. A medida que el encuentro avanza, la estructura de la personalidad del interlocutor va tomando forma en nuestra mente; adquirimos las primeras impresiones con la observación de sus movimientos, sigue la audición de su voz, la comunicación no verbal (que es directa, inmediata, de gran fuerza en la interacción cara a cara y, a menudo, previa a todo control consciente) y toda la amplia gama de contextos verbales por medio de los cuales se pueden aclarar los términos, descubrir las ambigüedades, definir los problemas, orientar hacia una perspectiva, patentizar los presupuestos y las intenciones, evidenciar la irracionalidad de una proposición, ofrecer criterios de juicio o recordar los hechos necesarios. El contexto verbal permite, así mismo, motivar al interlocutor, elevar su nivel de interés y colaboración, reconocer sus logros, prevenir una falsificación, reducir
los formalismos, las exageraciones y las distorciones, estimular su memoria, aminorar la confusión o ayudarle a explorar, reconocer y aceptar sus propias interacciones también es posible decidir la amplitud o estrechez con que debe plantearse el problema, si una pregunta debe estructurarse en su totalidad o dejarse abierta, y hasta qué punto resulta conveniente insinuar una solución o respuesta.
En cuanto a la conducción técnica de la entrevista de investigación, podemos sugerir, entre otras, las siguientes advertencias:
a) Después de escoger un lugar apropiado y que propicie y facilite una atmósfera agradable para un diálogo profundo, y después de haber tomado todos los datos personales que se consideren útiles o convenientes, la entrevista se relacionará con la temática propia de la investigación en curso.
b) Será una entrevista no estructurada, no estandarizada, flexible, dinámica, más bien libre y, básicamente, no directiva.
c) La actitud general del entrevistador será la de un "oyente benévolo", con una mente límpida, fresca, receptiva y sensible.
d) Más que formular preguntas, el entrevistador tratará de hacer hablar libremente al entrevistado y facilitarle que se exprese en el marco de su experiencia vivencial y su personalidad. De este modo, podrá descubrir las tendencias espontáneas (motivaciones, intenciones, aspiraciones, conflictos y defensas) en lugar de canalizarlas, y podrá situar todo el
relato en su contexto personal en lugar de abstraerlo del mismo.
e) El entrevistador presentará todos los aspectos que quiera explorar en la investigación, agrupados en una serie de preguntas generales y en forma de temas, elegidos previamente, bien pensados y ordenados de acuerdo con la importancia o relevancia para la investigación.
f) Sin embargo, el cuetionario debe ser sólo una guía para la entrevista, cuyo orden y contenido pueden ser alterados de acuerdo con el proceso de la entrevista: el entrevistado debe sentirse como "coinvestigador".
g) No se debe dirigir la entrevista: que el sujeto aborde el tema como quiera y durante el tiempo que desee; tampoco se debe discutir su opinión o sus puntos de vista, ni mostrar sorpresa o desaprobación y, menos aún, evaluación negativa, sino, al contrario, gran interés en lo que dice o narra.
h) No se interrumpirá nunca el curso del pensamiento del entrevistado; se deberá, más bien, dejarlo que agote lo que tiene en la mente. Las preguntas directas suelen conducir a respuestas superficiales y estereotipadas. Las encuestas Gallup y otras similares nos enseñan que si hacemos preguntas a la gente, ésta nos da respuestas, aunque ellas sean totalmente irrelevantes para sus vidas.
i) Invitarlo a que "diga algo más", "profundice", "clarifique" o "explique" aspectos que parezcan de mayor relevancia o no estén suficientemente claros, como al usar ciertas palabras o símbolos especiales o al asumir ciertos presupuestos. Se puede parafrasear lo que la persona dijo y decirle su confirmación. Conviene hacer esto con mucha prudencia y sin presionar, ya que ello llevaría a agotar los recuerdos y a inventar.
j) Que el sujeto se sienta con plena libertad de tratar otros temas que le parezcan relacionados con el abordado expresamente: que sienta que el entrevistador no los considera como digresiones, sino como algo interesante.
k) La entrevista debe grabarse - por lo menos el diálogo - y, de ser posible, también la imagen. En el primer caso, hay que tratar de usar cintas largas para no interrumpir el diálogo, y verificar bien el funcionamiento del grabador para no encontrarse después con sorpresas desagradables. En el caso de grabación de video, la cámara debe estar enfocada al entrevistado y, sobre todo, a su rostro. Su objetivo es captar el lenguaje mímico, facial, no verbal, que ayudará después a interpretar el lenguaje verbal. La cámara puede estar oculta o en una sala aparte. Conviene, no obstante, informar al entrevistado de esta grabación y obtener su aprobación asegurándole que se hará uso de ella en forma estrictamente confidencial y sólo para los fines de la investigación.
Así entendida, la técnica de la entrevista es, en gran medida, un arte; sin embargo, lógicamente, las aptitudes que intervienen en ese arte son, hasta cierto punto, susceptibles de ser enseñadas y aprendidas; como ocurre en muchos otros campos de la actividad humana, sólo se requiere disposición e interés en aprender.
Esta etapa de la invetigación etnográfica finaliza cuando se ha recogido y descrito un buen conjunto de material protocolar (primario), en entrevistas, grabaciones y anotaciones, que se considere suficiente para emprender una sólida categorización o clasificación que, a su vez, pueda nutrir un buen análisis, interpretación y teorización y conducir a resultados valiosos.

CATEGORIZACION Y ANALISIS DE CONTENIDOS:

"El significado y valor de una palabra se encuentra en las demás".

FERDINAND DE SAUSSURE.

Este capítulo y el siguiente tienen por finalidad describir las etapas y proceso que permitirán la emergencia de la posible estructura teórica, "implícita" en el material recopilado en las entrevistas, grabaciones, notas de campo, etcétera.

CATEGORIZACION DE LOS CONTENIDOS:

Como hemos señalado, la categorización, el análisis y la interpretación de los contenidos no son actividades mentales separables. Nuestra mente salta velozmente de uno a otro proceso tratado de hallarle un sentido a las cosas que examina; se adelanta y vuelve atrás con gran agilidad para ubicar a cada elemento en un contexto y para modificar ese contexto y fondo de acuerdo con el sentido que va encontrando en los elementos. Esta dialéctica entre la figura y el fondo es continua y permanente; sin embargo, como constituyen actividades mentales diferentes, conviene que ilustremos cada una de ellas por separado, de acuerdo con la prioridad temporal de la actividad en que ponen el énfasis.
Partiendo del hecho de que el material primario o protocolar (anotaciones de campo, grabaciones, filmaciones, transcripciones de las entrevistas, etc.; proto-collom era la primera hoja encolada o pegada en un documento antiguo) sea lo más completo y detallado posible, el paso de la categorización o clasificación exige una condición previa: el esfuerzo de "sumergirse" mentalmente, del modo más intenso posible, en la realidad ahí expresada. En otras palabras, el investigador revisará los relatos escritos y oirá las grabaciones de los protocolos repetidamente, primero, con la actitud de revivir la realidad en su situación concreta y, después, con la actitud de reflexionar acerca de la situación vivida para comprender lo que pasa.
Cada nueva revisión del material escrito, audición de los diálogos o visión de las escenas filmadas nos permitirá captar aspectos o realidades nuevos, detalles, acentos o matices no vistos con anterioridad o no valorados suficientemente y que, ahora, quizá con otro enfoque o contexto, son determinantes y parecen cambiar o enriquecer el significado. En la práctica, en cada revisión del material disponible es útil ir haciendo anotaciones marginales, subrayando los nombres, verbos, abjetivos, abverbios o expresiones más significativos y que tienen mayor poder descriptivo, poniendo símbolos pictográficos, mnemónicos o numéricos, elaborando esquemas de interpretación posible, diseñando y rediseñando los conceptos de manera constante.
En este primer momento es necesaria una gran tolerancia a la ambigüedad y contradicción (que, quizá, sean sólo aparentes), una gran resistencia a la necesidad de dar sentido a todo con rapidez, y una gran oposición a la precipitación por conceptualizar, categorizar o codificar las cosas de acuerdo con los esquemas ya familiares. Hay que "alejar" todo lo que no "emerja" de la descripción protocolar; de otra manera, no veremos más de lo que ya sabemos y o haremos más que reafirmarnos en nuestras viejas ideas y aun en nuestros propio prejuicios.
Esta es una propedéutica fenomenológica indispensable en toda investigación que adopte el paradigma epistemológico que describimos en los primeros capítulos y, esencialmente, consiste en una disciplina mental que nos facilite "ver todo lo que hay y nada más que eso".

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